Mariza: «A veces, hay que guardar silencio para que el alma hable»
Cantante
'Amor', el que será el próximo disco de la cantante portuguesa Mariza (Maputo, Mozambique, 1973), una de las grandes voces contemporáneas del fado, se ... está haciendo esperar. La artista espera que a finales de año salga a la venta su nuevo álbum, que llegará cinco años después de su anterior disco, 'Mariza canta Amália', un homenaje a la que fue la gran reina del género, Amália Rodrigues. Por el momento, las canciones más recientes de Mariza, y sus grandes éxitos, se podrán escuchar en directo esta noche, en el Auditorio Parque Almansa de San Javier. El concierto, que comenzará a las 22.00 horas, es una de las grandes citas del Festival de Jazz de San Javier.
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–¿Cuándo podremos escuchar su nuevo disco, 'Amor'?
–Muy pronto. Hemos trabajado con mucha dedicación y corazón, y mi deseo es que 'Amor' vea la luz antes de que termine el año. Es un álbum muy íntimo, donde he podido explorar nuevas formas de expresión, sin perder la raíz que siempre me acompaña: el fado.
–Estaba encontrando su propia voz como compositora y la pandemia le dejó sin inspiración. ¿Cuándo la recuperó?
–La inspiración volvió cuando dejé de buscarla. A veces, hay que guardar silencio para que el alma hable. La maternidad, los afectos, la necesidad de volver a abrazar al público... todo eso encendió de nuevo la llama. Y un día, sin darme cuenta, ya estaba escribiendo otra vez.
–Ha cantado en los escenarios más importantes del mundo. ¿Qué le supone actuar en San Javier?
–Cada escenario tiene su alma. San Javier tiene una energía muy especial, una calidez que se siente incluso antes de subir al escenario. Para mí, cantar allí es un regalo. No importa cuántos teatros haya pisado uno: cada concierto es único, y siempre me entrego como si fuera el primero.
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–¿Cómo será el concierto de esta noche?
–Será una noche llena de emociones. Traeré canciones que el público ya conoce y ama, pero también compartiré temas nuevos de este disco que está por nacer. Será un recorrido entre lo tradicional y lo nuevo, entre la 'saudade' y la alegría.
–¿Cómo reacciona el público ante las nuevas canciones?
–Con mucho cariño, con sorpresa... y con emoción. Es bonito ver cómo las personas se abren a lo nuevo cuando lo sienten auténtico. Las canciones de este disco tocan algo profundo, y el público lo percibe. A veces, basta una mirada o un silencio para entender que la conexión está ahí.
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«La maternidad me ha enseñado el amor más puro y desinteresado que existe»
–¿Qué perspectiva sobre el amor le ha dado su experiencia como madre?
–La maternidad me ha enseñado el amor más puro y desinteresado que existe. Es una forma de amar sin condiciones, sin máscaras. Me ha hecho más fuerte y más vulnerable al mismo tiempo. Y creo que eso también se nota en mi forma de cantar.
–Su disco será una fusión entre la tradición del fado y sonidos más contemporáneos. ¿Cómo definiría musicalmente este álbum?
–Lo definiría como un abrazo entre pasado y presente. Es un disco que respira fado, pero que también se atreve a mirar hacia otras músicas. Hay ritmos que sorprenden, armonías que se mezclan... pero todo está hecho con respeto por la esencia. Es un disco que arriesga, sin perder el alma.
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–¿Qué otros géneros musicales le gustaría investigar más adelante?
–Siempre he sentido una conexión fuerte con la música africana y latinoamericana. Hay algo en esos ritmos, en esa forma de sentir la vida, que me fascina. Me encantaría explorar más esas sonoridades, quizás incluso con colaboraciones inesperadas.
Emociones universales
–Ha llevado el fado por todo el mundo. ¿Qué cree que tiene esta música para enamorar a tanto público?
–El fado habla de emociones universales: la pérdida, la esperanza, el amor, la nostalgia. Aunque se cante en portugués, su lenguaje es el del alma. Y cuando algo viene del corazón, no necesita traducción.
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–¿Siente presión cuando le llaman la gran embajadora de la música portuguesa?
–Siento una enorme responsabilidad y, al mismo tiempo, un profundo honor. Representar a mi país a través del fado es un privilegio. Pero no lo hago desde la presión, sino desde el amor. Soy una mensajera de una cultura que me emociona, y siempre intento llevarla con respeto y autenticidad.
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