El UCAM tira de eficacia y se lleva tres puntos que permiten sonreír a Salmerón

El entrenador almeriense, tras el batacazo de El Collao, decidió agitar su once titular. Futbolistas como Johan, Abenza, Admonio y Liberto ocuparon un asiento en el banquillo en detrimento de otros como Viti, Josema Raigal y Nuha, que fueron titulares. En apariencia Salmerón apostaba por un 3-5-2, con tres centrales y Josema y Viti como carrileros. Era un partido casi a vida o muerte para el técnico universitario y decidió mover el árbol.

En la primera parte se cumplieron sus deseos y su equipo no sufrió demasiado. Tampoco brilló pero su plan salió a la perfección ya que el Sevilla Atlético llevó el peso del partido y el UCAM marcó el gol. Y es que el dominio fue del filial sevillista, que tuvo buenas ocasiones de gol, sobre todo la de Iván Romero que desbarartó Biel Ribas y la de Nacho Quintana en el ecuador de la primera mitad, que se probó con un disparo que se fue desviado.

El conjunto azulón tiró de efectividad ya que en su única buena ocasión mandó el balón en la red. Fue en una jugada en la que Josema Raigal, ejerciendo de carrilero, sirvió un balón al segundo palo para que Nuha Marong, que fue titular por delante de Manu Carrillo, cabeceara a la red. En el resto del primer acto el UCAM fue firme y efectivo en defensa ante un rival que hacía todo bien hasta que se acercaba a la meta de Ribas, justo donde se le apagaba la luz.

La segunda parte fue un tobogán de sensaciones. Alberto Fernández, desaparecido hasta la vuelta de los vestuarios, comenzó a aparecer con una jugada hasta línea de fondo que acabó con un centro que se paseó por el área sevillista y que nadie remató. Pero el Sevilla Atlético siguió atacando y generando peligro, como si nada. Como un disparo de Cruz que pegó en el larguero. De hecho, en una falta botada por el propio Cruz minutos después fue Valentino, el lateral derecho hispalense, el que agarró un balón muerto en el área para hacer el empate a uno.

El Sevilla Atlético no varió su guion y continuó atacando, aunque con escasa claridad en los últimos metros. Y el UCAM tampoco lo varió demasiado, esperando contragolpear con efectividad para sentenciar el choque. Alberto Fernández, cada vez más entonado, se probó con un disparo cruzado que se fue fuera, aunque la jugada polémica del partido llegó justo después con una caída de Valentino en el área del UCAM que el colegiado decidió no castigar con un penalti que podría haber complicado el futuro de Salmerón.

Sin embargo, lo que llegó seis minutos después, fue otra buena jugada de Alberto Fernández tras pase de Manu Carrillo que el de Moratalla transformó en el 2-1 con n disparo más efectivo que el anterior. El UCAM tuvo diez minutos alocados en la segunda parte que sí engancharon al público, justo cuando decidió soltarse la melena con la entrada de Abenza y la vuelta al sistema 4-4-2.

Incluso Alfonso Pastor, portero visitante, evitó que en el tramo final el resultado fuera más abultado para los locales, aunque no este tramo final no bastó para borrar lo que el UCAM sufrió durante buena parte de un encuentro, en el que miedo al fracaso fue el gran protagonista. Eso sí, los tres puntos sirven para que Salmerón y sus futbolistas tomen aire.