Un UCAM sin ambición cae ante un Badajoz muy superior

Toda la preparación del partido para los de Munitis explotó por los aires en un error monumental de Iván Casado en la cesión sobre Kike Royo que se coló en la portería. La jugada tonta de la temporada. El central no miró que su portero estaba a su espalda fuera de la meta y se la pasó al medio sin que la angustiosa carrera del meta riojano impidiera que traspasara la línea de gol. Un regalo maravilloso para los murcianos, que sin hacer nada se veían por delante en Badajoz.

De las botas de Guzmán nació el gol del empate tras abrir sobre Candelas, que caracoleaba dentro del área, vio a Toni Abad en boca de gol y le asistió para que batiera a Iricibar. Los dos laterales dentro del área pequeña, lo que da una idea de la vocación ofensiva del conjunto pacense. Las cosas volvían a estar en su sitio para el Badajoz. Los blanquinegros proponían un juego más vertical, abierto en bandas, con transiciones rápidas y cuando podían armaba su munición para golpear desde la frontal. Con posición de disparo no se lo pensaban dos veces.

El Badajoz se había comido al UCAM con un ritmo alto y exigente. En una arrancada de Guzmán, cambiaba el juego ante la aparición de Adilson por la derecha irrumpiendo dentro el área, pero el portero Iricibar evitó un gol cantado en dos intervenciones seguidas, la segunda con un paradón que envió a córner. Los de casa terminaron la primera parte con prácticamente medio equipo apercibido. A ese ritmo el Badajoz no acababa el partido con 11. Hubo pañolada al trío arbitral al llegar al descanso.

El UCAM, sin ambición, se conformó en todo momento con el punto. Y el 2-1 se mascaba con el paso de los minutos. Y llegó con Guzmán de nuevo protagonista en una gran jugada que le sacó Iricibar, pero en el rechace ahí estaba bien atento con su caña como siempre Gorka Santamaría para remachar a la red y culminar la remontada. El Nuevo Vivero era una auténtica fiesta. El capitán local pudo rubricar su gran actuación con un gol que habría sido de bandera, pero su chut algo escorado golpeó en el larguero.