León XIV habla con los periodistas en el avión de vuelta de su primer viaje. Efe

El Papa se muestra contrario a la posible invasión de Venezuela e invita a Trump a buscar «maneras de diálogo»

En el vuelo de vuelta a Roma tras su visita a Líbano, confirma que su siguiente viaje será por África, con una etapa en Argelia

Darío Menor

Beirut

Martes, 2 de diciembre 2025, 12:58

El Papa León XIV es contrario a una posible invasión de Venezuela por parte de Estados Unidos, su país natal. En la conferencia de prensa ... que ofreció este martes en el vuelo que le llevó de regreso a Roma desde Líbano, segunda etapa de la gira por Oriente Medio que comenzó el jueves en Turquía, Robert Prevost afirmó que es mejor «buscar maneras de diálogo, quizás presión, incluso presión económica», en lugar de desatar un ataque sobre el país caribeño. Desde hace tres semanas, Washington mantiene un potente despliegue militar en el Caribe, del que forma parte el portaaviones 'USS Gerald R. Ford', considerado el más grande del mundo, con la justificación de combatir el narcotráfico, aunque supone un elemento claro de presión para tratar de lograr un cambio de régimen en Caracas.

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León XIV aseguró que está tratando de «buscar maneras para calmar la situación» por medio de la Conferencia Episcopal venezolana y del nuncio apostólico (embajador de la Santa Sede) en el país latinoamericano. «Porque tantas veces quien sufre en esa situación es el pueblo, no son las autoridades». Mostrando una gran prudencia, se refirió a los habituales volantazos políticos del presidente estadounidense, Donald Trump, recordando que «las voces que vienen de Estados Unidos cambian con cierta frecuencia». De hecho, recordó la conversación telefónica que habría mantenido recientemente Trump con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, aunque persiste el «peligro, la posibilidad» de que haya «alguna actividad, alguna operación incluso invadiendo el territorio de Venezuela».

En su conversación con los más de 80 periodistas que le acompañaban en el vuelo, León XIV contó que tiene previsto viajar a Argelia, la patria de san Agustín, el inspirador de la congregación religiosa a la que pertenece. Ese viaje incluirá algún otro país africano. También confesó que «le gustaría mucho» visitar América Latina, con Argentina, Uruguay y Perú como posibles destinos. En esa última nación Prevost vivió durante décadas, primero como misionero y luego como obispo de la diócesis de Chiclayo.

Otros de los temas que trató el Pontífice en su primera conferencia de prensa fue el miedo a la inmigración y la islamofobia presente en parte de la sociedad europea. «Tal vez deberíamos tener un poco menos de miedo y buscar caminos para promover el diálogo auténtico y el respeto», propuso. Y al hablar de Líbano, el país que acababa de visitar, dejó un recado para la milicia chií Hizbulá, instándole a «dejar las armas, la violencia y sentarse en la mesa de diálogo, pera buscar respuestas y soluciones no violentas que puedan ser más eficaces y mejores para el pueblo».

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Mensajes a Israel

Por la mañana, León XIV le había dejado dos recados a Israel a su llegada y a su partida de Líbano, donde concluía hoy su primera gira internacional tras visitar antes Turquía. En la ceremonia de despedida en el aeropuerto de Beirut antes de tomar el vuelo para regresar a Roma después de dos días en el país árabe, Robert Prevost hizo un llamamiento para que «cesen los ataques y las hostilidades», en particular en la zona del sur, fronteriza con el Estado hebreo y donde la población «vive de modo particular una situación de conflicto y de incertidumbre». Aunque hace un año que Líbano e Israel firmaron un alto el fuego, Tel Aviv sigue realizando bombardeos en territorio libanés, como el que tuvo lugar en un barrio del sur de Beirut el 23 de noviembre, una semana antes de la llegada del Papa. Fueron asesinadas entonces cinco personas, entre ellas Haytham Ali Tabatabai, considerado el jefe de Estado Mayor de Hizbulá.

«Que ya nadie crea que la lucha armada conlleva algún beneficio. Las armas matan; la negociación, la mediación y el diálogo edifican. ¡Elijamos todos la paz como camino, no solo como meta!», dijo, mostrando su deseo de que «en todo Oriente Medio» pueda haber un compromiso para alcanzar la «fraternidad» y la «paz», incluso entre quienes hoy «se consideran enemigos». El Pontífice también había dejado un mensaje a Tel Aviv justo antes de llegar a Líbano. Fue en el vuelo que le llevó desde Estambul hasta Beirut el pasado domingo, cuando afirmó que la solución de los dos Estados es «la única» que puede acabar con el conflicto entre Israel y Palestina. De hecho, la Santa Sede reconoció en 2015 al Estado palestino, como recordó el Papa, que se ha propuesto incluso como «mediador» para ayudar a que Tel Aviv, del que se ha declarado «amigo», esté dispuesto a aceptar «una solución con justicia para todos».

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El recuerdo del a explosión en el puerto de Beirut

En su último día en Beirut, Prevost ha conocido de cerca la magnitud provocada por la doble explosión que devastó el puerto de la capital libanesa en agosto de 2020, dejando más de 200 muertos, 6.500 heridos y decenas de miles de viviendas destruidas. Iniciado en un depósito de nitrato de amonio almacenado sin medidas de seguridad, el incidente propició una deflagración que está considerada entre las más potentes de la historia de carácter no nuclear. El Papa ha quedado «conmovido» tras visitar el puerto por la devastación no solo «de un lugar», sino también «de tantas vidas». «He rezado por todas las víctimas y llevo conmigo el dolor y la sed de verdad y de justicia de tantas familias, de todo un país», dicho.

Aunque han pasado cinco años de aquel incidente, nadie ha pagado aún por ello, pues la investigación judicial ha sido continuamente obstaculizada por los políticos y funcionarios implicados. «No se está moviendo nada porque no quieren que salgan los nombres. Por eso los familiares de las víctimas y los supervivientes están muy enfadados. Tienen derecho a saber quiénes son los responsables», afirma George Bacouni, arzobispo de la Iglesia grecocatólica melquita de Beirut.

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Antes de regresar a Roma, León XIV ha querido acudir al Hospital 'De La Croix', situado en la zona norte de la capital y uno de los más importantes de Oriente Medio en la atención a enfermos mentales. Ha sido una visita muy emotiva en la que ha pedido no olvidarse «de los más frágiles» y ha recordado que los cristianos «estamos llamados a cuidar de los pobres». También se ha dado un último baño de multitudes en la misa que ha presidido en una zona costera de Beirut ante unos 100.000 fieles, en el transcurso de la cual ha lamentado los «numerosos problemas» que sufre el país, marcado por «un contexto político frágil y a menudo inestable, por la dramática crisis económica que les oprime, por la violencia y los conflictos que han despertado antiguos temores». Pese a estas dificultades, el Papa ha animado a los libaneses en su homilía a «no desanimarse» ni tampoco a «a ceder a la lógica de la violencia ni a la idolatría del dinero», sino a soñar con un «Líbano unido, donde triunfen la paz y la justicia».

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