Las 5 normas de la DGT que se han paralizado por las elecciones

El adelanto electoral ha truncado los planes de la Dirección General de Tráfico (DGT) para endurecer el Reglamento General de Circulación. Será a partir del 28 de abril, día de celebración de los comicios, cuando se sepa qué pasará con el borrador de Pere Navarro. En torno al mes de mayo se elegirá al nuevo director general de Tráfico que será el que decida si continúan adelante las medidas planteadas. De momento, estas son algunas modificaciones que quedan en el aire:

Sujetar con una o dos manos este dispositivo durante la conducción implicaría la pérdida de seis puntos del carnet, tres más que hasta ahora y una multa de 500 euros frente a los 200 euros actuales. Así, el castigo se equipararía con conducir ebrio o drogado, negarse a participar en las pruebas de detección de estas sustancias, circular de modo temerario, usar inhibidores de radares o superar en más del 50% el límite de velocidad.

El anteproyecto de ley pretende castigar con mayor dureza a los infractores en caso de exceso de velocidad. De este modo, en las carreteras limitadas a 90 km/h, circular a 111 km/h supondrá la retirada de dos puntos del carnet y una multa de 300 euros. Hasta ahora, el castigo se impone cuando se superan los 121 km/h.

La modificación tendría previsto retirar cuatro puntos, en lugar de tres, por no llevar puesto el cinturón de seguridad, el caso o el sistema de retención infantil.

La DGT pretende recompensar a aquellos conductores que se reeduquen. Así, el curso de recuperación parcial de puntos les premiaría con ocho puntos, en lugar de los seis puntos que se conceden hasta ahora. Además, podrían recuperar la totalidad de puntos si no registran ninguna infracción durante los dos años siguientes.

Otro propósito era mejorar la formación de los nuevos conductores. El procedimiento del examen sería más riguroso. De hecho, para supera el examen teórico es obligatorio haber pasado por ocho horas de aprendizaje en la autoescuela.

Además de la regulación de los vehículos de movilidad personal como los patinetes, el borrador pretendía limitar a 30 km/h las calles de las ciudades con un sólo sentido.

Se planteó un paquete acciones para reducir los accidentes de tráfico de este tipo de vehículos. Entre ellas se contempló crear un delegado de la moto en la DGT, obligar al uso de guantes protectores, permitir que las motos circulen por la acera o el arcen en caso de retenciones, crear carriles específicos en las ciudades para motoristas, controlar la vigencia de sus ITV o exigir la formación teórica presencial.