Los 'alomejores' de Bob Pop: «Los mejores análisis vienen del humor»
El cómico Bob Pop publica la segunda entrega de sus diarios. Vence los reparos y revela que padece esclerosis múltiple
ANTONIO PANIAGUA
Jueves, 25 de octubre 2018, 14:59
En la vida de Roberto Enríquez, más conocido como Bop Pop, hay dos cosas irrenunciables: la literatura y el humor. Subdirector junto a Javier Durán de 'Late motiv', el programa que conduce en Movistar+ Andreu Buenafuente, acaba de entregar a la imprenta la segunda entrega de sus diarios, 'Días ajenos', publicada por Somos Libros. En sus páginas reproduce fragmentos de dietarios de grandes escritores y gentes de la cultura, desde Tolstói a Virginia Woolf, pasando por Kafka, Clarice Lispector, Pavese y Susan Sontag, cuyas palabras entrevera con reflexiones personales. Inquieto y polifacético, el escritor y cómico se expone sin miedo para hablar del amor, la amistad, la soledad y la enfermedad, entre otros asuntos. -¿Podría vivir sin la literatura?
Publicidad
-No, no podría vivir sin leer ni escribir. Muchas veces la realidad se soporta porque sabemos que en algún momento la vamos a poder contar. Si no, hay cosas que carecerían de sentido.
-Cita a Miguel Torga, quien a veces se avergonzaba de sus compatriotas. ¿Le pasa a usted lo mismo?
-Muchas veces, sí. Pero también me enorgullezco, de modo que la cosa se equilibra. Como dicen en Colombia, el que reza y peca empata.
-¿Qué le produce más bochorno de los españoles?
-La falta absoluta de compasión. La gente cree que siempre serán los otros los que van a migrar, convertirse en pobres o ingresar en la cárcel. Es como si estuviésemos inmunizados y fuéramos incapaces de ponernos en el lugar del otro. Nos culpamos de cosas en las que la responsabilidad es de todos.
-¿Y qué le suscita orgullo?
-Lo moderna y abierta que es a veces España. Pese a que cada día se emplea menos, el humor nos sigue salvando. Ahora, los mejores análisis de la realidad vienen a través del humor.
-Pero la gente se ofende y no deja pasar ni una.
-Lo que pasa es que no escuchamos las carcajadas de la gente que se ríe; parece que solo atendemos las quejas y protestas de la gente a la que todo le parece mal. Pero somos muchos más los que reímos.
-Vive a caballo entre Madrid y Barcelona. Me da la sensación de que no le gustan las banderas.
-Ninguna bandera me representa. No entiendo su utilidad, salvo para tapar ciertas vergüenzas.
-Se declara miedoso, inseguro, débil, inestable, gordito y miope. Dígame, al menos, una virtud suya.
-Cualquiera de esas. Soy egoísta, pero también generoso y amable por puro egoísmo. Hay una cosa buena del egoísmo, y es que acabas haciendo cosas por los demás para que no te perjudiquen el sueño, y lo que más me importa en la vida es dormir bien por las noches.
Publicidad
-¿Qué le ha movido a revelar que padece esclerosis múltiple?
-Cuando me puse a escribir esta segunda parte de mis diarios era algo que estaba muy presente en mi día a día, no podía obviarlo. Tengo problemas motrices tanto en la pierna como en el brazo derechos. Como siempre escribo a mano, al actualizar las entradas me di cuenta de que la escritura es algo físico. Y llegó un momento en que apenas podía escribir a mano. Como estaba tan presente en mi vida, creí que era necesario contarlo.
-En la presentación del libro usó la metáfora del cerdo vietnamita.
-Estoy diagnosticado de esclerosis desde hace más de veinte años. He pasado mucho tiempo con la enfermedad latente, sin tratamiento ni síntomas. Cuando pasa de ser crónica a degenerativa, que es el momento que estoy viviendo ahora, tienes la sensación de que te han engañado: el cerdo no era vietnamita, simplemente era pequeño y se ha puesto a comer como el de la hija de la duquesa de Alba. El animal no te cabe en casa y te está destrozando la vida.
Publicidad
-¿Qué tipo de esclerosis es?
-Recidiva recurrente. Ahora estoy consultando opiniones de médicos diferentes. Unos asumen que está en proceso degenerativo y otros que estoy viviendo las secuelas de algún brote fuerte, y que probablemente pueda recuperar capacidades con terapia y la medicación adecuada. Estoy en sus manos.
- Cómicos que usted respeta, como David Broncano, Quequé y Juan Carlos Ortega, parecen reivindicar a Arévalo.
-Arévalo no me hace ninguna gracia, sí me hace reír la reivindicación irónica de su figura. Probablemente sea un señor muy entrañable, pero su humor me parece muy casposo y me ofende. Se ha convertido en una reliquia.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión