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Ocho días que pueden alterar el rumbo del Real Murcia en el césped y en los despachosMientras que los de Munúa afrontan tres partidos vitales en una semana para recuperar el crédito, la directiva grana se enfrenta a una junta clave en lo económico
En el Real Murcia no hay semanas tranquilas. Muchas, incluso, son de especial trascendencia, fundamentales para la supervivencia y estabilidad del club en lo deportivo y lo institucional. Y es que desde hace más de una década la entidad centenaria ha estado obligada a jugar partidos vitales en el césped y en los despachos, a solventar duelos cruciales y a la vez sortear embargos y amenzas de desaparición. Y algunas veces, en este último periplo agónico que arrancó en la última etapa de Samper y que llega hasta hoy, el Real Murcia se ha acostumbrado a vivir al filo, con eternos ruido de sables.
La semana que tiene que afrontar es un ejemplo. En los próximos ocho días el equipo de Gustavo Munúa, que se juega su puesto en el banquillo grana, visitará al Baleares y al Ibiza en apenas cuatro días, y después recibirá en casa al Algeciras en busca de, al menos, 7 puntos de 9 que le hagan escalar en la clasificación. Un periodo en el que la directiva gana se enfrentará, al mismo tiempo, a una junta general de accionistas que será caliente, con una parte de estos dispuestos a tumbar las cuentas y en la que habrá decisiones importantes que tomar.
Un colista con nuevo técnico
La expedición viajó en la tarde de ayer a Mallorca para afrontar un duelo ante el Baleares (hoy, 12.00 horas) en el que los granas no pueden volver a fallar. Los de Munúa solo han sumado 5 puntos de los 15 que ha disputado hasta el momento, una renta escasa que le ha alejado en un corto espacio de tiempo de conjuntos como el Castellón, Málaga, Ibiza o Ceuta, que como el grana aspiran al ascenso a Segunda por historia y potencial económico.
Los murcianos comenzaron ganando sobre la bocina en la primera jornada en Granada. Un gol de Álex Rubio decantó un choque en el que los granas habían emitido señales contradictorias. Por un lado, demostraron su pegada y, por otro, sus carencias atrás. Lo peor llegó en las dos semanas siguientes en las que el Córdoba y el Sanluqueño, en dos duelos disputados en el Enrique Roca, pasaron por encima del Murcia y además le endosaron seis goles al meta Manu García.
Una semana después el Murcia volvió a ser un conjunto frágil en San Fernando, aunque arañó un punto al final, mientras que hace siete días se volvió a atascar ante el Alcoyano en casa. El equipo de Munúa se quedó sin marcar por primera vez en la temporada, pero al menos dejó su puerta a cero, un reto que no pudo alcanzar en las cuatro jornadas anteriores. El duelo ante el colista Baleares de este mediodía es trascendental para cortar la hemorragia y debería ser un primer paso para la recuperación total. Eso sí, Juanma Barrero, el nuevo técnico balear, se estrena en casa y sabe que si le gana al histórico Real Murcia puede levantar el ánimo de un equipo que es mucho mejor de lo que dice la clasificación.
El Ibiza de Romo, una roca
Tras jugar en Mallorca frente al Baleares, la expedición del Real Murcia regresará esta tarde a casa, aunque el próximo martes volverá a coger un avión para viajar a Ibiza a disputar el choque aplazado de la cuarta jornada de liga que no pudo disputar tras un incidente en el aeropouerto de la localidad balear. El equipo de Fernández Romo iba a afrontar aquel duelo aplazado tras lograr la victoria en los tres primeros partidos, mientras que los granas lo hubieran hecho tras perder dos encuentros en casa. El equipo propiedad de Amadeo Salvo, semanas más tarde de la suspensión, sigue a gran ritmo y además contará con un día más de descanso que los granas.
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Una junta vital que ha levantado escaso interés
Barrero quiere tumbar al Murcia en su estreno en el Estadio Balear
En función del resultado ante el Baleares, el Murcia afrontará el duelo en Ibiza con la misma exigencia; pase lo que pase en el Estadio Balear hoy estará obligado a puntuar en Can Misses, la casa de uno de los aspirantes al ascenso y el primer choque directo contra un equipo construído también a base de talonario y que tiene, de arranque, el mismo objetivo que los de Munúa.
Todo lo que no sea sumar, al menos, 4 puntos de 7 posibles en los dos próximos partidos, parecerá un botín escaso para un Murcia que no ha perdido esta temporada como visitante pero que, por ahora, aún no carbura.
Una victoria ante la afición
El Real Murcia tiene un problema cuando juega en casa ante un público que tanto al final de la pasada campaña como en el arranque de esta ha acudido en masa al Enrique Roca. El ejercicio 2022-23 lo acabó perdiendo tres de los últimos cuatro partidos como local, y eso que se estaba jugando el 'playoff' y que dos de sus rivales fueron, precisamente, el Baleares y el Intercity, equipos metidos en plena guerra por la permanencia. Esta temporada el equipo grana ha perdido sus dos primeros partidos en casa y empató el tercero ante el Alcoyano, por eso fue despedido con pitos por sus aficionados. Pase lo que pase en los dos partidos que va a jugar en las Islas Baleares, el equipo grana estará obligado a ganar al Algeciras, que visita Murcia el próximo domingo (12.00 horas). El equipo de Lolo Escobar ha sumado 5 de 9 puntos que ha disputado lejos de su estadio.