Fuerte y sagrada es la naturaleza
El pintor y escultor de Alcantarilla Manuel Menárguez muestra en el Palacio Almudí de Murcia obras inspiradas en cuatro elementos esenciales: fuego, aire, tierra y agua
YOUSRA TAKAROUMT
Viernes, 2 de diciembre 2022, 02:32
Telas y piedras; pinturas y esculturas; materiales extraídos del fondo de la naturaleza, son los que componen la exposición 'Sakrum', nombre inspirado en la palabra 'sagrado', del artista murciano Manuel Menárguez (Alcantarilla, 1957), que se encuentra en el Palacio Almudí hasta el 15 de enero en la Sala Alta, el Lucernario y paredes aledañas.
'Sakrum'
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Cuándo Hasta el 15 de enero. Lunes a sábado de 11 a 14 h y de 17 a 21 h, y domingos de 11 a 14 horas.
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Dónde Palacio Almudí. Murcia.
El origen de esta muestra se remonta a esos meses de confinamiento cuando el artista señala que tuvo conversaciones consigo mismo y con sus dos perros: «Empecé a reflexionar sobre todo lo que estaba ocurriendo y cómo cada uno le estaba pidiendo a su dios que nos salvara de esa pandemia». El resultado llega casi dos años después plasmado en treinta piezas que llevan al visitante en un viaje por los componentes esenciales de la vida: el fuego, el aire, la tierra y el agua.
Al principio de las escaleras del Palacio Almudí los espectadores encontrarán textos explicativos, reflexiones del artista y el primer cuadro que elaboró en el confinamiento. Un poco más arriba, una escultura de neón que diseñó como una fuente de la vida. «La gente busca agua –indica– pero es una fuente seca» y con ella quiere reivindicar la importancia de nuestro ser interior: «Hay que buscar la vida dentro de uno mismo, nuestro ser interior es lo más valioso».
Alcanzada la puerta de la sala alta se encuentra un panel negro compuesto por 72 piezas pequeñas, donde cada persona puede escribir sus deseos como antiguamente hacía la gente cuando iba a la iglesia «dejaban un objeto con forma de pie o mano si le dolían deseando recuperarse». «Mi deseo es intentar aportar algo al arte y al mundo, y atrapar el tiempo. Sé que vamos a morir, pero por un tiempo me gustaría vivir con intensidad», confiesa Menárguez.
La primera sección dentro de la sala representa el fuego, con elementos de colores muy potentes (amarillo, naranja, rojo...) y una pieza principal, 'un altar' con un espejo. De esta forma cada visitante puede verse y sentirse parte de la exposición. «Algo sagrado y en un altar: en la iglesia en el altar está el santo, aquí te ves a ti mismo». «Pienso que los humanos somos piezas sagradas de la naturaleza».
La segunda parte está dedicada al aire, los elementos están colgando del techo, se encuentran simbologías como la 'Estrella de David' y una especie de galaxia, acompañados de luces y sombras. «Para mí es tan importante el elemento como su sombra», recalca.
En la sección de la tierra hay un cuadro con muchas telas que representa la 'Constelación de Orión' y una momia atada al cuadro, eso es la tierra y no puede escapar de ella. «Aconsejo a todo el mundo que toque las piedras y las obras, tienen un magnetismo. Hablando así parece que soy esotérico pero para nada, no lo soy», señala entre risas. Otras de las obras de este sector es una escultura con una piedra natural: la selenita. La obra «parece una venus embarazada».
El último componente es el agua, en este espacio domina más el color azul, las piezas «son más relajantes, alejadas de la alteración que provoca la primera sección», según el escultor.
Manuel Menárguez, inspirado por las lecturas de las teorías del filósofo griego Empédocles de Agrigento (Agrigento, siglo V a. C.), que consideraba en el siglo XVI que estos cuatro elementos los unía el amor y los separaba el odio, fue realizando un trabajo de investigación y composición de cada pieza. Con elementos de la propia naturaleza, «las piedras selenita y alabastro se encuentran en las montañas».
Licenciado en Bellas Artes por la Universidad San Carlos de Valencia y pintor, escultor y restaurador, Menárguez cree en la naturaleza y su fuerza: «La tierra misma se destruye porque cambia, la fuerza de la naturaleza es mucho más que la de los humanos, nuestros actos afectan, pero no tenemos tanta potencia como se dice».
Pretende organizar visitas guiadas y algún concierto de música moderna, incluso algún desfile en el mismo espacio de la exposición.