Enrique Cabrera: «No busco contar, más bien sugerir»

La compañía de danza especializada en público infantil y familiar Aracaladanza invita al público a una fiesta sin respiro. El evento, llamado 'Play', se podrá disfrutar esta tarde, a las 19.00 horas en el Teatro Circo de Murcia.

Un montaje ganador de tres premios Max –los tres a los que aspiraba– en la última edición: Mejor Diseño de Iluminación, obra del jumilano Pedro Yagüe –quien ha obtenido su tercer premio Max tras recibir ese mismo galardón en 2010 por 'Urtain' y en 2012 por 'La avería'–, Mejor Diseño de Vestuario, a cargo de Elisa Sanz y Mejor Composición Musical, realizada por Luis Miguel Cobo.

El deseo de dedicarse simplemente a jugar es la fuerza que impulsa esta nueva producción llevada a escena por cinco bailarines –Carolina Arija, Jorge Brea, Raquel de la Plaza, Jonatan de Luis y Jimena Trueba– que han trabajado a las órdenes de Enrique Cabrera, director de la compañía. «Para mí 'Play' es mi hijo menor. Es una obra a la que tengo mucho cariño. Siempre intento superarme y por eso creo que esta es la más redonda», asegura orgulloso su creador sobre este espectáculo donde «si bien el lenguaje es la danza, la marca de fábrica es el trabajo con objetos reales o creados a partir de los que ya existen».

Otro elemento más que diferencia al espectáculo es la ausencia de una dramaturgia concreta. «No busco contar historias, esto no es un cuento y no hay personajes. Más bien busco sugerir. 'Play' es como introducirse en un parque de aventuras y diversiones donde vas pasando por un montón de sensaciones». Un espacio para jugar a la gallinita ciega o para entrecruzar gomas y participar en un antiguo videojuego. Para saltar sobre el sofá, o descubrir cisnes buscando su lago. Para seguir a perros bailarines que escuchan gatos o llenarse la cabeza de aire. Para provocar fuegos artificiales o danzar todos juntos. Así consigue cautivar 'Play' a pequeños y grandes. «No hay ninguna fórmula para atrapar a todos los públicos a la vez. A la hora de crear, me inspiro en la naturaleza. No existe una montaña nevada para adultos y otra para niños. O un campo de girasoles amarillos para adultos y otro para niños. La naturaleza no diferencia entre edades y clases sociales y ofrece unas imágenes que cada persona percibe de forma propia», asegura el director, que agradece ahora más que nunca el apoyo del público: «Sin ellos nuestro trabajo no tiene sentido, estaría inacabado pues este proyecto finaliza cuando conecta con el público. Ver a gente en las butacas, a pesar de que no pueda estar el teatro completo, es todo un placer», concluye el creador.