Los ladrillos ya se han usado para revegetar terrenos en pendiente. UMH

La Politécnica de la Universidad Miguel Hernández desarrolla un compuesto que protege de la erosión los suelos agrícolas

Pensado para restaurar terrenos quemados en un principio, se está probando ahora en parcelas de huerta

Viernes, 10 de enero 2025, 00:19

La solución a la erosión provocada por lluvias torrenciales en suelo agrícola está en unos ladrillos de compost. Esta es la última patente 'made in' Orihuela. La Escuela Politécnica de la Universidad Miguel Hernández, a través de Instituto de Investigación e Innovación Agroalimentaria y Agroambiental (Ciagro) ha presentado este nuevo invento, que formará parte del proyecto europeo Rains, cuya misión en los próximos cuatro años será contribuir a mejorar la resiliencia de la agricultura de la UE a la escasez de agua.

Publicidad

En un principio, según explica el director del Ciagro, Raúl Moral, a este diario, se pensaron para suelos afectados por incendios forestales. De hecho, se probaron por primera vez en un monte quemado en Bejís (Castellón). Ahora, el objetivo, señala Moral, es su adaptación y prueba en suelos agrícolas igualmente necesitados de materia orgánica y de una barrera de protección contra la erosión y las escorrentías que se producen a raíz de las cada vez más frecuentes danas que azotan el Levante español. Todo ello al mismo tiempo que sirven de abono y fertilizante 100% biodegradable.

En este sentido, Moral reseña que, en los últimos años, han proliferado en la Vega Baja plantaciones de cítricos en laderas de lomas y montañas. Unas roturaciones que, incide, dejan desprotegido el suelo y provocan fuertes arrastres que despojan de nutrientes a las plantas. Para probar esta nueva funcionalidad, el profesor señala que ya se han realizado pruebas en algunos jardines públicos de Benidorm, en taludes de autovías y líneas de ferrocarril y que, ahora, han llegado a un acuerdo con cinco agricultores del Juzgado de Aguas de Guardamar para extender su prueba a terrenos en cultivo.

Respecto a la composición de los ladrillos, el investigador incide en que están hechos mayoritariamente a base de fibras vegetales de palmeras o cañas. Esto permite prescindir totalmente de cualquier elemento plástico o aditivo químico que amalgame todos los ingredientes.

Los ladrillos para uso agrícola se sitúan, bien como un collarín alrededor del árbol, o bien formando escaleras contra la pendiente que retienen la tierra y evitan su arrastre al tiempo que fertilizan el suelo favoreciendo el surgimiento de nuevas plantas que harán en el futuro esa función de sujeción del suelo frente a la erosión. La durabilidad de este compuesto ronda desde los seis meses hasta el año según los ingredientes que se le añadan.

Por otra parte, para favorecer esa adaptación al uso agrícola, es esencial a veces potenciar ese poder fertilizante del compuesto. Para ello, Moral asegura que se le añaden algunos componentes como el fósforo o el nitrógeno a través de ingredientes naturales como son la harina que se fabrica con restos de animales, ya sean huesos o plumas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad