La rampa

Resiliente

Cavilaciones a propósito de la muerte de un amigo

No tan antes hablabas por teléfono desde una cabina o desde tu casa o trabajo y, salvo que berrearas, la conversación era cosa de dos. ... Tú y tu interlocutor. Sin espectadores. Ahora no es igual. Ahora vas por la calle y oyes conversaciones ajenas, como la que él escuchó a una joven hablando con otra persona: «Qué lata está dando la niña esta con la muerte de su abuelo, ya lo sabemos, mujer, los abuelos se mueren...».

Publicidad

No había ring ni tatami, pero él sostenía, desde años atrás, un combate contra la realidad. Peleaba por ser más tozudo que ella. Un imposible. A lo largo del pugilato, unas veces se sentía con fuerzas para derrotarla y otras miraba a su rincón, quizá con la esperanza de que sus segundos arrojaran la toalla. Ese lunes fue de los de cuesta abajo y con la zapata del freno muy gastada. La noticia luctuosa le cogió por sorpresa.

No sabía que estaba enfermo.

Sí, cáncer de colon.

De colon... Lo mismo que él tuvo y al que, quimioterapia de por medio, ha sobrevivido 15 años. No está mal la prórroga. Juan, sin embargo, no lo ha podido contar.

Recordó al fallecido. Le apreciaba. La vista atrás le devolvió a la pelea contra la realidad, una batalla perdida de antemano. Pensó que con otras enfermedades graves sucederá algo parecido, o peor, pero su experiencia le decía que el cáncer nos sitúa en una posición vulnerable, porque nos acerca a la posible proximidad de morir.

Publicidad

A veces, los médicos abonan tal cercanía porque, basados en las predicciones sobre la esperanza de vida, llegados a una cierta edad cortan las revisiones por dolencias crónicas y, como si se tratara de un préstamo o una deuda, te dan por amortizado. Ya ha vivido usted bastante, a partir de ahora lo que Dios quiera, encomiéndese a la Providencia. Y del miedo a la muerte pasas al miedo a no vivir. Parece igual, pero no es lo mismo.

Así pues, se autoimpuso la resiliencia, iniciar el proceso de adaptarse a la adversidad que significan los problemas de salud o de cualquier otro tipo, ver más allá y no desfallecer en el empeño. Al fin y al cabo, la mayoría de las personas acompañamos a Woody Allen en mostrarnos en contra de la muerte.

Publicidad

Descansa en paz, abuelo amigo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad