Masas
LA ISLA ·
Peligro: individuos que no necesitan pensar porque el conjunto ya piensa por ellosPocas cosas dan tanta grima como esas masas de gente que aparecen cada vez con más frecuencia, mazacotes que actúan como pollos sin cabeza, de ... forma rebañega. Individuos que han perdido su individualidad para disimularse en el conjunto, que no necesitan pensar porque la masa ya piensa por ellos y además les da lo mismo, y que actúan más por reflejos que por razones, que decía Ortega y Gasset. Qué quieren que les diga, se me ponen los pelos como escarpias con esos grupos de gente que salen para defender según qué cosas. Lo hemos visto en Brasil, donde el propio Bolsonaro, madre de mi vida, quién lo iba a decir, ha llamado a la calma a los suyos, que querían tomar el poder por la fuerza tras perder las elecciones. Quizá a estos pavos habría que explicarles que, si pueden salir a la calle a pedir semejante dislate, es justo porque viven en una democracia y que, si vivieran en el régimen que al parecer añoran, no podrían hacerlo. Así son las masas. Lo vimos en el famoso asalto al Capitolio, ahora que Trump amenaza con volver a escena. Espeluzna solo de pensarlo. En momentos como este en que un chafarrinón de problemas desluce nuestros días –cambio climático, inflación, guerra de Ucrania, el de Corea que también se apunta a la fiesta...–, amenaza con regresar un tipo tercermundista, como lo llamaba Mario Vargas Llosa, vocinglero, malencarado y que siempre parece ir con la luz corta. Vamos, más pólvora y desgobierno en tiempos donde lo que toca es templanza.
Y hablando de masas, no me quiero olvidar de Piqué, al que las masas del fútbol han macheteado sin piedad, hasta el punto de que tuvo que dejar la selección harto de decibelios. Si todo el mundo te pita, para qué seguir: es como jugar siempre fuera de casa.
Pues sí, qué quieren que les diga, a mí Piqué nunca me cayó mal y nunca he entendido la inquina que despertaba en las masas: como jugador, fue excepcional cuando estaba en su plenitud; como persona, siempre habló con entendimiento y educación, algo que no abunda en muchos de su gremio, demostrando que tiene la mente clara y poco abotargada, que es capaz de pensar por sí mismo. Eso sí, siempre habló con entendimiento y educación, pero siempre con transparencia. Quizá ese fue su pecado, y es que en tiempos de redes sociales, donde cualquier nadería es viral y tantos parecen estar de uñas, hablar claro, sin embargo, es algo que no se lleva.
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