'Vaccinated I'm'

–¿Con ambas dosis?

Con ambas dos, que me lo confirmó a mí amablemente la enfermera.

–¿Y de la misma marca en primera y segunda instancia?

De la misma (la Pfizer), sin mezcla de mal alguno. Los cócteles, mejor en Chicote.

–¿Y guardó usted el cuarto de hora en modo 'quieto parao', después de cada inyección, tal como requiere el protocolo?

No solo eso, sino que como había sana paz (sin cola y con solecico de buena mañana) eché hora y media larga de relax, en el Hogar del Pensionista de Las Torres, tan ajeno a la vida como a la muerte.

–¿Y le clavaron el par en el mismo brazo?

Nada de eso. Moncloa tenía decretado (en aras de la justicia distributivo/equitativa que exige la norma), que fuesen: la primera por la derecha, por deferencia, y la segunda por la izquierda, por necesidad.

–¿Y cómo se encuentra usted?

¿Yo? Igual que antes, si quiere que le diga la verdad. Considere mis hábitos. Servidor, como anciano que es, todos los otoños se vacuna de la gripe y de los telediarios.

–En lo que se refiere a esto último, ¿cómo?

Pasándome a La 2, en cuanto que campanean las tres de la tarde y las nueve de la noche.

–¿Y cómo se entera de los delitos de odio que se cometen en Madrid?

No me entero. Pero soy de los que odian el delito y compadecen al delincuente, según recomienda la doctrina cristiana. Y no creo que me amenacen por eso. Aunque esté vacunado, no tiro la mascarilla al mar, sino que la sigo llevando a morro. No bailo (ni agarrado, ni suelto) y no practico sexo. Al toque de queda, me quedo en casa, viendo el serial. Si es mejicano, elijo otro, para no oírlos decir 'cónyugue' en lugar de cónyuge.