Sobre moños & coletas
LA ZARABANDA ·
Hoy en día existe una gama muy diversa, con precios para todos los gustos y bolsillos
Como sucede con casi todo en estos tiempos que corren, lo artificial (digamos lo postizo, en el caso que nos ocupa) puede colar con éxito: ... como si fuera natural. La oferta es variada y al alcance de cualquier bolsillo. Incluso si se carece de remuneración fija, el lector interesado puede comprar la mercancía sin moverse de casa, valiéndose del internet. Digo 'online'. Encontrará coletas desde 9,99 euros. También las hay de 66,99. Y tocante a moños, los tenemos entre 7 y 9 euros de nada, modestia aparte.
–¿Quiere significar que, con poco más de 15 euros, puedo apañarme?
Correcto. ¡Ah! Tome nota de lo que le voy a decir. Cuando yo nací, con la guerra civil recién acabada, al moño se le decía rodete. Más que pelota engrifada, era recogido y tenía forma de rollo. Algunos parecían una morcilla, pero en modo circular. Vamos a detenernos en un precio medio, para gastarse no más de 25 euros. Pediremos una 'prettyshop' de 65 centímetros (que ya es tela), a base de postizo de trenza coleta, extensión de cabello liso, mezcla de rubio castaño. ¿Vale o sigo mirando?
–¡Siga, siga! Va usted bien encaminado.
¡Gracias, hombre! Y elegimos también un moño postizo elástico y grueso, con pelo sintético que se vea natural, castaño oscuro coletero, entiéndame, pelo de mujer, rizado, extensiones coleta postiza (80 gramos).
–¿En cuánto se queda eso?
Eso nos saldría (precio de venta al público, sin descuento) por 24 euros. Y si le quitamos un 10 por ciento por pronto pago, nos resulta todo por 21,60 euros netos. Su señora de usted quedará satisfecha, ya lo verá.
–Es que no es para mi señora, a ver si me comprende usted.
¡Ah, cojona! Como usted ya lleva una puesta, con su moño y todo, pensaba que era para ella. ¡Vale, vale! «A ver, Antoñito: Trae un espejo para el caballero. ¿Es usted de la zona?».
–Yo soy del mismo Murcia.
Pues va a lucir usted divino por la Trapería. Y como me ha caído tan simpático, le voy a regalar tres unidades de bandas elásticas para extensiones de pelo.
–¡No joda!
¡Nada, por Dios! El Antoñito y yo quedamos a su entera disposición.
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