Los de Murcia, nuevamente anormales

–¿Por qué consuetudinaria?

Pues porque nos sucede desde siempre. Por ejemplo, el Trasvase. Te lo dan (o te lo alquilan, que bien que nos cobran las mensualidades) y después te lo quieren quitar, solo porque Madrid se resiste a depurar bastantemente sus letrinas, convirtiéndolo en incapaz de verter al Tajo aguas bien tratadas y, por lo mismo, limpias de polvo y paja.

–¿Esa teoría es suya?

Es sencillamente una teoría. Tan buena y tan mala como las que se saca de la manga el super-mandante manchego García-Page. El cual, cuando se encuentra con que carece de temática para el discurso político, echa mano ¿de qué dirás? Pues de la cabecera del Tajo. Y ya aburre con la misma cantilena (aquí decimos cantinela) prácticamente todos los días de la semana, excepto los que dedica a pelearse (por sacar pecho, más que nada) con la Ayuso de Madrid.

–Cante la canción, porfa.

Voy p'allá. «Soy la Ayuso de Madrid, soy la Ayuso de Madrid, y el que quiera comprar flores, y el que quiera comprar flores, que venga y las compre aquí».

–¡Achtung! Pregunto ahora con sonrisa en modo Jordi Hurtado: ¿Por qué hemos dejado de ser tan pronto 'normales nuevos'?

Pues porque el porcentaje de positividad, en las pruebas PCR, ha subido al 4 por ciento. Y aquí está la pepla. Te tienes que quitar la ropa de 'murciano normal nuevo' y ponerte la de 'murciano normal viejo', sin tiempo para lavarla. Pero lo peor es el humor. Pasar de ir fardando por ahí a la humillación de que te retiren el título, lo deja a uno fané y descangayado.