¡Ea, ea, dos ministras se cabrean!

LA ZARABANDA ·

Menos mal que ambas son gallegas y la desavenencia se manifiesta abonico

Jueves, 30 de diciembre 2021, 01:16

En fin, señores. Corriendo como corren tiempos de obligada cordialidad navideña, ¿no es penoso lo que está pasando entre las ministras Calviño y Díaz? Ambas ... son preciadas perlas de este gobierno. Ello hace que su rifirrafe (por culpa de la reforma de la reforma de la reforma laboral) sea ya de dominio público.

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–¿Pues qué ha acontecido esta vez?

¡Uf! Algo tremendo. Ha entrado en fase de padecimiento el buen rollo que entrambas parecía ser cosa arraigada antes de aprobar la nueva ley. Tenemos que Díez, llegado el momento de agradecer los esfuerzos de unos y otros, se ha olvidado de Calviño. Esta que digo es uno de los bastiones de la actual gobernanza. Una señora tranquila, eficiente y agradable de trato. Díaz, en cambio, se muestra dándose más aires de lideresa, hasta el punto de que ha sido recibida por el Papa. Si encima de no reconocer los desvelos de su colega en la redención de la masa trabajadora, afirma contundentemente que, con esta reforma, 'se pasa la página de la precariedad en España', ya entenderá el lector por qué me llevo las manos a la cabeza. De haberse conseguido algo tan grandioso, cómo se le habrá quedado el cuerpo a Calviño, viendo que no se reconoce bastantemente su trabajo en las discusiones. Pues francamente mal.

Me consuela que la sangre no haya llegado al río, pues las dos son gallegas. No solo en cuanto al talante, sino que también al origen. Calviño arribó al mundo en Coruña capital, mientras que Díaz lo hizo en Fene, que es solo un concello de la misma provincia. A lo mejor viene de ahí el encono. Que no es de clases, a ver si me comprende usted, sino de origen.

Cuando digo: 'las dos son gallegas', quiero significar que ya ellas procuran que su disgusto no se manifieste con griterío, sino con chilindrinas meramente susurradas. Pero, al haber silenciado al pueblo esta Navidad con restricciones por la pandemia, la desavenencia se oye aún más. Diré también qué Yolanda se muestra más aspaventosa que Nadia María. Cambia de atuendo cada diez segundos, en tanto que su compañera es como más discretita. Lo cual más separa que une.

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