Johnson, el Despeinado

LA ZARABANDA ·

Su manía de llevar el cabello despendolado solo le causa problemas

Lunes, 27 de diciembre 2021, 00:43

El señor Johnson, primer ministro y todo de la Gran Bretaña, es un despeinado impenitente. Diciendo esto no descubro nada. Es él mismo quien se ... empecina en presumir de cabello desordenado. Muchos estilistas se preguntan cómo demonios se despeina. ¿Se moja antes de nada el cabello? ¿Es, por el contrario, un trabajo en seco? ¿Se atiene a un modelo fijo o improvisa cada mañana delante del espejo? ¿Qué dice...?

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–Bueno, vale ya de preguntas ¿no? Así también escribo yo artículos.

No, si tiene razón el lector. Pero esa era la última por ahora. Solo quería saber qué opina su familia. La cuestión es que este caballero tiene ahora mismo problemas graves. Se le achaca la celebración fiestas en su residencia oficial, estando prohibidas para el resto de los ciudadanos por la cosa de virus. Y lejos de recatarse, lo que viene haciendo en el Parlamento es despeinarse todavía más, con unas explicaciones muy aspaventosas. Como quien tiene la cabeza un poco ida.

Este servidor que soy del lector ha llegado, sin ayuda de nadie, a una conclusión. Toda la culpa de los pesares que soporta la tiene su particular manera de despeinarse. Digo esto por haber observado que otros personajes, no necesariamente británicos, sino de aquí de España, tienen problemas por culpa del peinado (o el despeinado como en este caso). Cuando Iglesias apareció por vez primera en el Congreso con una coleta, el país entero se estremeció. No estábamos acostumbrados a semejante márquetin. El personaje acabó esfumándose de la política de forma extraña.

Hubo otro diputado, el señor Rodríguez, ese que dicen que le dio una patada a un guardia en una manifestación, que usaba rodete y también ha tenido problemas. Por culpa igualmente del cabello, pero por no tenerlo, el señor Elorza anda perdiendo con frecuencia los papeles desde el escaño. El presi del Atlético de Madrid, el señor Cerezo, que mostraba encima de la frente lo más parecido a una ola de surf de las gigantes, se conoce que ha perdido pelo con la edad, y actualmente luce de pena.

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Concluyo que todos aquellos que, por una cosa o por otra, se mueven por la vida pública haciendo de su pelo un sayo, acaban malamente.

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