El fin de semana pasado, el secretario general del PSOE, y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se tiró a la yugular del PP. En un ... discurso público, y a propósito del genocidio de Gaza, vino a decir que el camino del PP lo trazan tres 'A': Aznar, Ayuso y Abascal, en el sentido de que las palabras de estas tres personas se aproximan más a las excusas de Netanyahu que al general sentimiento de rechazo que experimenta el pueblo español en relación a lo que se está haciendo con el pueblo palestino. Estas palabras de Pedro Sánchez han sembrado el desconcierto entre las filas del PP. ¿Serán verdad?
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Conozco a José María Aznar López desde hace muchos años. Mis opiniones sobre esta persona no son objetivas. Así que me limitaré a narrar hechos, de los que puedo dar testimonio directo.
Ante todo, una observación: desde que yo me afilié al partido, en 1979, hasta ahora, AP-PP ha tenido solo seis presidentes: Manuel Fraga Iribarne, Antonio Hernández Mancha, José María Aznar López, Mariano Rajoy Breis, Pablo Casado y Alberto Núñez Feijóo. A lo largo de estos años, de un modo u otro, Aznar se ha enfrentado a cuatro presidentes. No se enfrentó a Fraga. Y tampoco, obviamente, a sí mismo. Pero a los demás, sí.
Feijóo se presentó como un hombre de ideas propias. Ha intentado ejercer de líder. Pero ni Aznar ni Ayuso le dejan
1.- Primer enfrentamiento: el 1 de diciembre de 1986, Manuel Fraga dimitió como presidente nacional de AP. Hubo un congreso nacional en el que se enfrentaron dos candidaturas: Por un lado, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón; y, por otro, Antonio Hernández Mancha. Ganó Antonio Hernández Mancha. En la candidatura perdedora figuraba como secretario general José María Aznar López.
En 1987, hubo elecciones autonómicas. Yo era portavoz del Grupo Popular en el Congreso. Aznar, vecino de Madrid, era diputado por Ávila, a donde Fraga le había mandado. El candidato a presidente autonómico por Castilla y León preferido por Antonio Hernández Mancha era Rodolfo Martín Villa. Pero Aznar quería ser candidato. En mi presencia, le rogó a Miguel Herrero que intercediera por él ante Hernández Mancha. Miguel, que es muy buena persona, hizo de tripas corazón y convenció a Hernández Mancha.
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A principios de 1988, Aznar, que ya era presidente de Castilla y León, me pidió que fuese a verle a Valladolid. Fuimos Federico Trillo y yo. Aparentemente, se trataba de darle ideas sobre una conferencia que Aznar tenía que pronunciar en el Club Siglo XXI. Sinceramente, yo creía que se iba a hablar de política de Estado. Pero no, no fue así. La conferencia, en Madrid, y ante todos los medios de comunicación, fue un verdadero torpedo en la línea de flotación de Antonio Hernández Mancha. Aznar criticó duramente la gestión del presidente de su partido. Y allí se destapó la conspiración. No participé en ella. Pero los conspiradores sabían lo que se hacían. Convencieron a Fraga de que tenía que volver a la presidencia del partido. Y ese fue el principio del fin de Antonio Hernández Mancha.
2.- En 2003, Aznar, presidente del Gobierno y del PP, enfrentó al partido con gran parte de la sociedad española. Según las encuestas de entonces, la mayoría de la gente de derechas estaba en contra de la guerra de Irak. Pero Aznar se empeñó en sostener que había armas de destrucción masiva. En 2004, ocurrió lo de los trenes de Atocha, y la obsesión de Aznar en culpar a ETA. Se perdieron las elecciones generales. Me contaron que, al conocer el resultado, Rodrigo Rato le dijo a Aznar: «Tú y tu guerra».
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3.- Mariano Rajoy Breis tenía sus propios criterios. Aznar se enfrentó a él. No directamente, sino a través de la estructura del partido en Madrid, que encabezaba Esperanza Aguirre. Rajoy sudó sangre para ganar un congreso que se celebró en Valencia. Ese enfrentamiento dejó heridas profundas. Pero, sin atender a los criterios de Aznar, el partido logró ganar las elecciones en 2011 con mayoría absoluta.
4.- Al principio, Pablo Casado era del agrado de Aznar, que, refugiado en la Fundación que preside, seguía dando lecciones y consignas. Pero, cuando Casado se enfrentó a Díaz Ayuso, Aznar optó por conservar buenas relaciones con la estructura del partido en Madrid. Casado ya no tenía futuro.
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5.- Alberto Núñez Feijóo no era como Casado. Se presentó en Madrid como un hombre de ideas propias, como un moderado que no venía a insultar a nadie, y con una carga enorme de experiencia política. Ha intentado ejercer de líder. Pero ni Aznar ni Ayuso le están dejando. Poco a poco, Feijóo ha ido desdibujándose. Y se ha puesto de manifiesto en este asunto de Palestina. Feijóo no se ha atrevido a decir que lo que están haciendo los israelitas en Gaza y Cisjordania es un genocidio. Pero ha dicho que se trata de una masacre. Aznar le ha contradicho abiertamente. Y Ayuso. Y el alcalde de Madrid.
Muchos votantes del PP se preguntan a qué atenerse. ¿Es que va tener razón el secretario general del PSOE? ¿Tiene el PP dos almas? ¿O, por el contrario, el alma del PP sigue siendo Aznar?
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