Hace poco finalizó la etapa de Antonio Jiménez, ex secretario general de UGT, como miembro en el Consejo Económico y Social de la Región de ... Murcia, donde ha trabajado de manera intensa durante los últimos 25 años. Su dedicación en este órgano ha sido un ejemplo que no tiene parangón, y sin duda deja una huella indeleble impulsando el diálogo y el consenso con su estilo personal, reposado, sereno, amable y equilibrado. Su despedida es una oportunidadpara reivindicar la importancia del diálogo social entre sindicatos y organizaciones empresariales, diálogo que es hoy más que nunca necesario e imprescindible en un contexto donde cierto sentimiento de orfandad nos aborda después de la salida de la escena pública en los últimos meses de líderes de la patronal empresarial, como José María Albarracín y José Rosique, ahora Antonio Jiménez de UGT y Santiago Navarro de CC OO.
Publicidad
Además, vivimos en momentos críticos y preocupantes de incertidumbre y fuerte polarización. Todo ello tuve la oportunidad precisamente de comentarlo con Antonio Jiménez el 1 de mayo, con motivo de la celebración del día del trabajador, y de forma casi premonitoria abordamos en nuestra conversación, al hablar sobre la figura del cura Joaquín Sánchez –referente de la lucha contra las injusticias–, la importancia de poner los principios de la Doctrina Social de la Iglesia en la mesa de diálogo entre trabajadores y empresarios.
La coincidencia también nos sitúa en un escenario temporal clave con la elección del nuevo Papa León XIV, que recoge el testigo de León XIII, el pontífice de finales del siglo XIX que introdujo en 1891 a la Iglesia en la denuncia de los problemas sociales y del mundo laboral surgidos con la revolución industrial con la histórica encíclica 'Rerum Novarum' sentando las bases de la defensa de las condiciones de la clase trabajadora, el derecho a formar sindicatos, el derecho a un salario justo que permita vivir con dignidad, y señalando de manera muy especial la necesidad de impulsar la colaboración armoniosa entre trabajadores y empresarios promoviendo la cultura de responsabilidad social.
Posteriormente, en 1931, Pío XI en la encíclica 'Quadragesimo Anno', desarrolló el concepto de justa retribución salarial, y finalmente Juan Pablo II en 1981 con motivo de la celebración del 90 aniversario de 'Rerum Novarum', en su encíclica 'Laborem Exercens'nos presentó una descripción de la visión cristiana del trabajo bajo el prisma de la dignidad. Siendo especialmente relevante lo que nos dice Juan Pablo II en cuanto a los empresarios: «La libertad de la persona en campo económico es un valor fundamental y un derecho inalienable que hay que promover y tutelar», y sobre la importancia de los sindicatos: «Las organizaciones sindicales, buscando su fin específico al servicio del bien común, son un factor constructivo de orden social y de solidaridad y, por ello, un elemento indispensable de la vida social». De manera más local y cercana a Croem, Clemente García afirmaba con rotundidad que «si los sindicatos no existieran, tendríamos que inventarlos».
Publicidad
El análisis y estudio profundo e intenso de la Doctrina Social de la Iglesia puede ayudar y guiar a un presidente de Croem, que se declara públicamente cristiano, para transitar por la senda adecuada en la reconstrucción de un marco de diálogo social.
Contribuir a crear un marco estable y permanente de comunicación y diálogo entre los agentes sociales y económicos es fundamental para actuar como instrumentos transformadores de la sociedad, una demanda de no pocos empresarios, secretarios generales y organizaciones empresariales. Como también es fundamental que Croem mantenga su esencia verdadera, ser la patronal de patronales, una confederación de organizaciones empresariales, y continúe desempeñando el rol adecuado para mantener el esplendor, protagonismo y reputación que siempre ha tenido.
Publicidad
Es tiempo de actuar de manera correcta y responsable ante los enormes desafíos colectivos, colaborando y trabajando juntos Croem, sindicatos más representativos y administraciones públicas, defendiendo firmemente los intereses legítimos de cada parte, pero con respeto, nivel, lealtad, pedagogía, generosidad y, sobre todo, altura de miras.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión