Crear un buen jardín (I)

Llevo 20 años diseñando y creando jardines. En este tiempo me he dado cuenta de que las posibilidades decorativas y ornamentales para un mismo espacio son infinitas: palmeras, árboles, aromáticas, cítricos, fuentes, rocas, esculturas... todo cabe y todo puede quedar muy bien. Según las plantas y materiales que elijamos y las combinaciones entre ellas, se definirá el ambiente y la personalidad del lugar, que no es otra cosa que nuestro rincón particular de disfrute y descanso.

Creo que todos los que queremos crear un jardín tenemos una visión abstracta de cómo queremos nuestro espacio de conexión con la naturaleza y las sensaciones que queremos que nos transmita. Hasta ahí todo bien, pero materializar nuestro sueño es otro cantar, y requiere unos pasos ordenados para que nuestro sueño no sea una pesadilla.

La creación del un buen jardín se realiza en 3 fases: diseño, construcción y mantenimiento, y hoy voy a hablar de la primera fase, el diseño.

Sueña, piensa, imagina... cuanto más, mejor, todo nace ahí: el jardín es tu espacio de recreo y disfrute, y debe contener todo lo que quieres.

Ver fotos, libros, revistas y visitar jardines reales te ayudará. Observa el entorno que rodea a tu futuro jardín, te enseñará mucho de lo que funciona y de lo que no... ¡Espía al paisaje y a tus vecinos!

Toma unas fotos de tu sitio en blanco y negro y, sobre ellas, dibuja con colores cómo quieres que sea, tanto plantas como mobiliario, pavimentos, iluminación... Esto te ayudará a visualizar el futuro jardín y a entender qué sensaciones transmite. Tendrás que hacer muchos borradores hasta llegar al bueno.

No olvides que además de plantear lo que te gusta, habrá que cubrir necesidades como tener sombras estratégicas o crear pantallas para ganar privacidad. Cuenta que cuanto más sencillo, mejor será.

Una vez definida la forma del jardín, hay que seleccionar las plantas y los materiales. Si no las conoces, tendrás que informarte a fondo o pedir consejo a un experto, ten en cuenta que, además, necesitarás preparar el terreno roturando y fertilizando el suelo; sistemas de riego automatizado; árboles, arbustos y plantas tapizantes o césped; cubiertas de suelo como gravas o astillas de madera; pavimentos; iluminación; elementos decorativos (fuente, esculturas,...)

Apúntalo todo en una lista, porque habrá que hacer un presupuesto detallado antes de empezar a construir. Así sabrás qué inversión necesitas para crear tu espacio verde y adaptarlo a tus posibilidades.

Ya tienes toda la información necesaria para construirlo y no has arriesgado nada. Nunca empieces a construir sin haber trabajado bien el diseño, si no irás a ciegas y el batacazo estará garantizado. Nos vemos en la próxima entrega: construcción.