José Abellán Carrión: «Tengo la suerte de ver la esencia de la huerta todos los días»
«Para revertir las pérdidas en este espacio no solo debemos apelar al juicio de las instituciones, es una tarea de todos», advierte el empresario de jardinería y guardia mayor de la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia
G. S. FORTE
MURCIA.
Martes, 9 de marzo 2021, 20:55
Tras comenzar desarrollar su labor profesional durante siete años en una gran compañía constructora, José Abellán Carrión (Murcia, 1980) arrancó su propia empresa de ... jardinería, «hace ya la friolera de diez años», explica. También comenzó entonces en la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia «la guardería de las acequias de forma oficial como guardia mayor, ya que toda la vida he acompañado a mi padre y anteriormente a mi abuelo, porque llevamos varias generaciones ocupándonos de ello».
–Entre las costumbres que la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia trata de preservar, ¿qué espacio tiene el medio ambiente?
–El reparto del agua en la Vega Media y el cuidado del medio ambiente siempre han ido de la mano, y bajo mi punto de vista no hay espacio para uno sin el otro.
–Y en la actualidad, ¿hay más preocupación o menos sobre estos temas en la Junta de Hacendados?
–En la actualidad desde la Junta de Hacendados tomamos diferentes medidas para preservar tanto la flora como la fauna en la Vega. Disponemos de un caudal ecológico durante prácticamente todo el año para evitar la pérdida de la fauna. De hecho, ya se pueden ver recuperadas especias como la anguila, el galápago y los barbos. También se pueden descubrir en diferentes zonas alamedas y olmedas podadas y acondicionadas para su persistencia en el tiempo.
«Debemos inculcar a nuestros sucesores los valores y juicios que parecían perdidos»
–¿Se puede revertir la pérdida tan intensa de huerta sufrida en las últimas décadas o está condenada a continuar reduciendo presencia ante los nuevos usos de los terrenos?
–Para revertir la pérdida en espacios de la huerta no solo debemos apelar al juicio de las instituciones, sino que es una tarea de todos y cada uno de nosotros. Para ello debemos inculcar a nuestros sucesores los valores y juicios que parecían perdidos, pero como creo que vuelven a surgir, en mi caso me gusta citar a mis hijos una frase de [el escritor estadounidense] Stephen Covey que dice : «Lo más importante en la vida es que lo más importante sea lo más importante».
–Numerosos estudios científicos nos hablan de un cambio inexorable en los usos del campo en nuestra geografía en los próximos años, debido en buena medida al cambio climático. ¿Cree que estamos concienciados en la Región sobre estos cambios? ¿Estamos preparados?
–La verdad es que creo que no es fácil ni darse cuenta de la situación ni prepararse para lo venidero, pero sí que tengo esperanza en que lo afrontaremos de la mejor manera.
«Me he dado cuenta de que nos debemos al suelo que pisamos y al aire que respiramos»
–¿Cómo nació su sensibilidad medioambiental?
–Pues no sabría decirte el momento exacto en el que me hice un poco más sensible al medio ambiente, porque creo que ha sido una larga carrera, que quizás comenzó cuando mi madre de pequeño me decía: «Al suelo no se tira nada». Después, gracias a mis experiencias tanto en la Junta de Hacendados como en mi empresa de jardinería, me he dado cuenta de que nos debemos al suelo que pisamos y al aire que respiramos.
La Contraparada
–¿Qué rincón de la huerta cree que conserva mejor su esencia?
–La verdad es que tengo la suerte de ver la esencia de la huerta todos los días desde el pequeño trozo de huerto que cultiva mi padre. Como el que cuidan otros tantos huertanos mayores, preocupándose de buscar la 'sisca' para hacerle las cobijas a los tomates como sus padres les enseñaron. Y de igual manera disfruto viendo a nuevos emprendedores que quieren retomar la huerta, e incluso hemos realizado pequeños huertos en colegios y asociaciones.
«Disfruto viendo a esos nuevos emprendedores que quieren retomar la huerta»
–¿Cuál es su espacio natural preferido de la Región?
–Para decirte un lugar que me gusta tendría que ocultarte un millón, pero si tengo que elegir, me quedo con el patio de mi infancia, que fue la Contraparada.
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