El papel del campesino en los espacios naturales
JOSÉ MARÍA EGEA SÁNCHEZ
Viernes, 25 de diciembre 2020, 08:29
Las políticas de conservación de la naturaleza, debido a su finalidad y objetivos, hasta ahora se han focalizado en los recursos naturales obviando, en general, ... el espacio agrario y sin tener en cuenta los problemas de tipo social, económico, cultural o político de los núcleos de población adyacentes. La exclusión de los usos tradicionales, práctica habitual de la política de gestión de espacios naturales protegidos (ENP), ha roto las relaciones históricas entre las culturas campesinas, el paisaje y la biodiversidad, lo que ha contribuido a acentuar el éxodo en el medio rural, con los problemas asociados que esto ocasiona (desorganización de la unidad familiar, desestructuración agraria, envejecimiento de la población,...). Todo esto sin recibir ningún tipo de compensación por los beneficios que han generado y generan. No es frecuente que las ayudas agroambientales se destinen al pago por las externalidades positivas (paisaje, biodiversidad) que genera la actividad agraria, basada en buenas prácticas agrícolas. Los agricultores y ganaderos, en consecuencia, suelen percibir los ENP como una amenaza para su futuro más que como una oportunidad, debido a la limitación de usos, las trabas administrativas y las posibles sanciones por hacer lo que de forma tradicional han venido realizando.
Debido al papel de los agrosistemas tradicionales en el desarrollo socioeconómico del medio rural, en la conservación de la biodiversidad y en el funcionamiento global del paisaje, es de enorme interés diseñar una estrategia adecuada para la conservación y gestión de los espacios agrarios incluidos en la Red Natura 2000.
En el caso particular de Sierra Espuña, por ejemplo, se trata de un espacio que continúa sufriendo el proceso de desagrarización del territorio, la falta de empleo, la pérdida de población y la degradación de los espacios de cultivos abandonados, que ponen en peligro los valores naturales y los servicios ecosistémicos que prestan a la sociedad murciana debido al alto riesgo de incendio que supone la colonización por especies pirófilas de estos espacios agrarios abandonados.
Es urgente recuperar la cohesión social y el sentido de pertenencia a un espacio natural protegido (no como un actor al que se quiere expulsar de su territorio), mediante la reactivación socioeconómica vinculada a un proceso participativo de transición y restauración agroecológica que, además de mejorar la calidad de vida de la población, contribuya a recuperar y conservar el patrimonio natural, cultural y agrario del territorio, basado en la producción y transformación agroalimentaria de calidad, a partir de los recursos endógenos.
Y también promover actividades relacionadas con la multifuncionalidad del territorio (agroturismo, ecoturismo y turismo gastronómico), debido a que constituyen nuevas oportunidades para los agricultores como oferentes de distintos servicios.
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