Antonio Fuentes, en un punto de observación de aves marinas en Cabo de Palos. J. M. RODRÍGUEZ / AGM

Antonio Fuentes: «En esto del pajareo no sabes hasta dónde te puede llevar tu 'frikismo'»

«A la naturaleza propia de la construcción como actividad económica, le añadimos décadas de la cultura del todo vale», se lamenta el encargado de obras públicas y ornitólogo

G. S. FORTE

MURCIA.

Martes, 15 de diciembre 2020, 21:37

Los pájaros rondan a Antonio Fuentes Marín (Torre Pacheco, 1972) desde que de pequeño iba a buscarlos al monte con su abuelo. Cuando creció, los ... seres alados hicieron mayor mella en él a través de las rapaces y limícolas, primero, para centrarse en las aves marinas después, donde aún sigue. De hecho es el coordinador en Cabo de Palos de un proyecto de ciencia ciudadana dedicado a seguir la migración de estos animales. Ahora, «además de las aves marinas, en los últimos años sigo con mucho interés las distintas especies de aguiluchos en la Región», explica, como si se cerrase un círculo ornitológico en su cabeza llena de pájaros, en el mejor sentido. Profesionalmente, Fuentes está ligado a la construcción, como encargado de obras públicas.

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–¿Qué le dice a quienes consideran las obras de construcción una especie de atentado contra el medio ambiente?

–Seguramente les diría que entiendo perfectamente esa percepción, pero la realidad es algo más compleja. Junto a la agricultura y la ganadería, las mejoras en las técnicas constructivas permitieron en gran medida el desarrollo de la civilización tal y como la entendemos hoy en día. La edificación, la arquitectura y el urbanismo son un fiel reflejo de nuestra evolución y los cambios como sociedad. El problema es que a la naturaleza propia de la construcción como actividad económica (volumen de negocio, porcentaje de inversión pública, etc.) le añadimos décadas de cultura del pelotazo y del todo vale, y a políticos más preocupados por sus propios intereses o el de unos pocos que por el servicio público. El resultado es un caldo de cultivo perfecto para los escándalos y desmanes que hemos visto estos últimos años. Berlanga en su 'Escopeta nacional' plasmó perfectamente esa forma de funcionar, 'muy a la española'.

«Necesitamos un cambio de voluntad política y más compromiso de la sociedad»

–¿Qué nos queda para encontrar el equilibrio necesario entre el desarrollo de infraestructuras humanas y el sostenimiento necesario del medio ambiente?

–Desde hace tiempo disponemos de medios, conocimiento y ejemplos a seguir suficientes para llegar a ese punto de equilibrio al que te refieres. Los errores cometidos en el pasado más reciente dejan claro a donde nos han llevado (aeropuertos sin aviones, autopistas en quiebra, etc.) y nos deberían haber enseñado algo. Creo firmemente que lo que necesitamos es un cambio de voluntad política y un mayor grado de compromiso por parte de la sociedad. El fuerte impulso que se prevé con las energías renovables nos va a dejar un escenario perfecto para observar si se producen esos cambios de tendencia o no. ¿Se fomentarán modelos de ahorro energético? ¿Aprovecharemos edificios públicos, viviendas, naves industriales, etc. para el uso de energía solar, o por contra acabaremos con nuestras últimas áreas esteparias en pro de un beneficio rápido y cortoplacista? En la otra cara de la moneda, las últimas sentencias judiciales sobre Puerto Mayor y Marina de Cope son magníficas noticias para nuestro medio ambiente y demuestran una vez más la importancia de los grupos conservacionistas que insisten una y otra vez en denunciar este tipo de actuaciones.

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–¿Cómo llegó a la ornitología?

–De niño tuve una relación muy estrecha con mi abuelo, que era silvestrista y cazador de la vieja escuela, esa que Miguel Delibes describe como nadie. Con él di mis primeros paseos por el monte en busca de pájaros. Años más tarde conocí a gente del movimiento ecologista, entre ellos a José Manuel Escarabajal, y su pasión por las rapaces y me enganchó a este mundillo.

–¿De dónde viene su especial interés por las aves marinas?

–Después de unos años centrado sobre todo en rapaces y limícolas empecé a observar aves marinas y me di cuenta de lo mucho que desconocía a este grupo. Tuve la fortuna de contar con la ayuda y los consejos de Fernando Escribano para aprender más sobre estas aves. Ya en 2007 (acompañando a la gente del desaparecido Taller de la Naturaleza de la Universidad Popular de Cartagena), empecé a formar parte de la RAM (la Red de Observación de Aves y Mamíferos Marinos), un proyecto de voluntariado dedicado al seguimiento de aves marinas a lo largo de toda la costa española y portuguesa.

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–Disculpe la broma, pero ¿cuántas veces le han dicho que tiene muchos pájaros en la cabeza?

–Creo que aún no las suficientes [ríe]. En esto del pajareo, como cualquier actividad en la que inviertes tu pasión, el grado de 'frikismo' no sabes hasta dónde te puede llevar. Personalmente, cuando llego a ese punto simplemente enciendo la tele cinco minutos y me consuela pensar que lo mío no es tan grave.

–¿Cuál es el mejor sitio para observar aves en la Región?

–Los cabos, los puertos y las salinas son los mejores enclaves para ver aves marinas en nuestra zona. Entre ellas, sin duda, Cabo de Palos ocupa un lugar referente. Aunque también hay especies que pueden observarse con facilidad en muchos otros lugares, como pantanos, vertederos, áreas de cultivo e incluso entornos urbanos.

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«Las últimas sentencias sobre Puerto Mayor y Marina de Cope son magníficas noticias»

–¿Cómo se encuentra la Región en aves marinas? ¿Recalan por aquí buenos ejemplares?

–En el mundo se calcula que existen unas 10.000 especies de aves, y no llegan a 450 el grupo que engloban las aves marinas. En la Región se han podido observar aproximadamente 50 especies diferentes, aunque solo la mitad de ellas de manera habitual, el resto son raras u ocasionales. Entre las especies habituales cabe destacar, por su grado de amenaza o su importancia en el contexto nacional, el paíño común, la pardela cenicienta mediterránea, la gaviota de Audouin y el cormorán moñudo. Capítulo aparte merece la pardela balear, la única especie marina que cría exclusivamente en nuestro país y en peligro crítico de extinción.

–¿Y de ornitólogos cómo nos encontramos aquí?

–A diferencia de británicos y centroeuropeos, en España es una afición relativamente joven. Afortunadamente cada vez hay más aficionados y destacaría sobre todo la incorporación de la mujer tanto en el ámbito profesional como el de las aficionadas.

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