Emilio Rico: «El olivar centenario funciona muy bien como cultivo»

–¿Llegó a la agricultura ecológica por negocio o por convencimiento?

–En 1987 asistí a una charla sobre cultivo ecológico en Yecla y me encantó. A finales de 1989 relevé a mi padre como agricultor, pero no comencé hasta 1998 a hacer cultivo ecológico, cuando perdí el miedo. Pensé que si producíamos mayoritariamente para vender en Europa y nuestros clientes estaban cada vez más concienciados en consumir productos totalmente libres de residuos y respetando al máximo el medio ambiente, ese debía ser el camino y el enfoque empresarial de mi actividad.

–Usted basa sus producciones en cultivos tradicionales como el olivo. ¿Seguimos respetando este tipo de plantaciones ancestrales o interesan menos ante la irrupción de otras más modernas y rentables?

–La mitad de nuestras fincas son de secano y el olivar centenario funciona muy bien como cultivo. Los almendros y las viñas también necesitan poca agua. Aquí llueve poco. En las parcelas de riego mi padre tuvo manzanos, que necesitan mucha agua, pero no podemos competir con zonas como Lérida o Aragón. En 2007 planté hortalizas (brócoli, alcachofas y apio) y nos tropezamos con el factor limitante de las heladas: 5 grados bajo cero un 17 de noviembre, justo cuando empezábamos a recolectar

–¿La pandemia está concienciando más a los consumidores sobre la necesidad de una agricultura más sostenible?

–La pandemia está dejando en evidencia la importancia de nuestra alimentación para fortalecer nuestro sistema inmunológico, y la necesidad de garantizar la ausencia de residuos químicos que puedan deteriorar nuestra salud. Respecto a la concienciación sobre la conservación del medio ambiente, yo pertenezco a la generación de [las series de televisión] 'El planeta azul' y 'El hombre y la Tierra', de Félix Rodríguez de la Fuente y su gran equipo. Aquello nos caló hondo a muchísima gente, sobre todo a los niños y los jóvenes. Y ese germen creo que ha seguido creciendo. En Europa el nivel de concienciación es todavía mayor.

–¿Cree que cada vez estamos más sensibilizados con la defensa del planeta?

–Nuestra labor como agricultores no se limita a producir alimentos ecológicos siguiendo las indicaciones del reglamento europeo de producción ecológica. Nosotros estamos desarrollando una labor de conservación del entorno natural, del paisaje, de la fauna. Tenemos la suerte y la responsabilidad de conservar más de 3.000 olivos centenarios dentro del espacio natural protegido de la Sierra de Salinas y con un alto valor paisajístico. Sin duda es una joya de la naturaleza. Fui presidente fundador del Consejo de Agricultura Ecológica de la Región de Murcia [CAERM], y lógicamente hicimos una labor de divulgación y promoción de la agricultura ecológica importante. No debemos olvidar la gran labor de conservación que realizamos día a día agricultores, ganaderos, apicultores... Cuando labramos una parcela estamos haciendo un cortafuegos también y cuando lleguen las lluvias calará la tierra y habrá menos erosión. Gracias a las abejas tenemos frutas y hortalizas y vitaminas y vida humana...

–¿Cree que la sociedad murciana tiene una sensibilidad distinta sobre estas cuestiones respecto a la del resto del país?

–Creo que la sociedad murciana cada vez está más concienciada con consumir alimentos ecológicos. Recuerdo que cuando empezamos con el consejo, allá por el año 2000, esto estaba bastante verde. Ahora casi todo el mundo ha oído hablar de las bondades de la alimentación ecológica. También podemos encontrar dónde comprarlos con más facilidad y en muchos más sitios. Murcia es una región donde el peso de la agricultura es evidente. Si más del 10% de la superficie de cultivo es ecológica, eso acaba calando en el entorno social y la gente, cada vez más, la conoce, la prueba, la consume y habla de agricultura ecológica.

–¿Qué espacio natural es su preferido de la Región de Murcia?

–En la Región hay espacios naturales extraordinarios, pero mis abuelos llegaron aquí [al entorno de la Sierra de Salinas, en Yecla] desde Pinoso [Alicante] en 1932. Mi madre nació en 1935, se ha criado aquí, yo he pasado mi infancia aquí y ahora llevo viviendo 15 años seguidos aquí. Abro la ventana de la cocina o del aseo y lo veo. Trabajo aquí también, esto es amor. Mi espacio preferido es la Sierra de Salinas de Yecla. Invito a todo el mundo a visitarla, incluidos nuestros olivos centenarios. Nosotros tenemos un convenio de colaboración con la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE). Me gustaría cursar una invitación a las personas sensibilizadas con la conservación del patrimonio natural. La labor de conservación del entorno del Espacio Natural de la Sierra de Salinas es más llevadera, gratificante y efectivo si lo compartimos con muchas más personas y entre todos vamos concienciando a otros tantos.