Félix Izquierdo Martínez: «Las lluvias han contribuido a una eclosión de flora enorme»

–Mientras la mayor parte de la población estaba en casa, la Policía debía trabajar en el exterior. ¿Se percibía una atmósfera distinta?

–El confinamiento ha sido muy duro para todos. En el trabajo los primeros veinte días fueron los más difíciles, por la escasez de medios de protección, por el desconocimiento del virus Covid-19 y por la cantidad de fallecidos diarios. Algunas veces dábamos protección a las ambulancias cuando había pacientes psiquiátricos agresivos a los que con el confinamiento se les ha agravado su estado de salud. Hemos tenido a compañeros en aislamiento domiciliario, por contacto con personas sospechosas de Covid-19.

–¿Exageran quienes creen que la naturaleza ha estado volviendo estos días a ocupar espacios que había perdido?

–La naturaleza es sabia y necesita poco para recuperarse. En España la mejoría se ha notado todavía más porque ha coincidido con una primavera lluviosa. Se ha producido una eclosión de flora enorme. También hay que destacar una gran recuperación de especies en el medio marino.

–¿Vamos a salir más sensibilizados con estos temas tras la pandemia?

–La pandemia está transformando los hábitos a nivel mundial. Hasta se han llegado a escuchar comentarios relacionando la contaminación con la agresividad del virus. Creo que la sociedad está ahora más sensibilizada con el medio ambiente, pero puede ocurrir que cuando hayamos superado esta difícil situación volvamos a olvidarnos de la importancia de cuidar el medio ambiente. Yo creo que la población estará siempre cada vez más concienciada en los problemas de la naturaleza.

–¿Su perfil de servidor público influye en una mayor sensibilidad hacia el bien común que es la naturaleza?

–Durante mi vida profesional he tenido que intervenir en diversas ocasiones con personas que realizaban conductas agresoras hacia la naturaleza. Hace unos ocho años, por ejemplo, nos comisionaron para dirigirnos al Molinete, donde sorprendimos a tres jóvenes doblando el tronco de un árbol hasta partirlo, por lo que efectuamos dirigencias judiciales. En otras ocasiones hemos sorprendido vehículos arrojando escombros en zonas de rambla o de descampado, pese a lo fácil que es depositar esos materiales en los ecoparques. También se han denunciado a personas que quemaban residuos vegetales sin autorización y con el consiguiente peligro de incendio. Otras veces se han denunciado también a personas que, por no molestarse, depositaban la basura fuera de los contenedores, a veces en mitad de la calle.

–Ante este tipo de actuaciones, ¿percibe una especial consideración por el medio ambiente entre sus compañeros?

–En un colectivo tan numeroso, unos 300 policías, normalmente hay de todo: desde quienes están muy interesados, a quienes no tienen ningún tipo de interés. Hay una unidad específica, compuesta por unos ocho agentes y llamada 'calidad de vida', que se encarga de todo lo relacionado con el medio ambiente; aunque como también se ocupan de asuntos de vía pública y de infracciones de comercios, ante tal carga de trabajo, resultan a todas luces insuficientes. Hoy día es muy difícil pensar que ante una agresión a la naturaleza el agente no vaya a intervenir para denunciarlo, tanto por vía administrativa como judicial.

–¿Cómo se consigue implicar a una asociación vecinal, como la de La Vaguada en Cartagena, para que entre sus cometidos se incluya la repoblación de espacios con árboles autóctonos?

–En 2006 comenzó una nueva etapa en esa asociación vecinal, donde ejercí el cargo de vicepresidente, y se iniciaron diversas actividades, incluida la primera plantación de árboles, en la Avenida de los Descubrimientos de América. Previamente se tuvo que retirar de allí diez camiones abandonados tipo hormigonera y varios silos. Unas 70 toneladas de hierro. En total, se plantaron en la avenida mil árboles de especies autóctonas. Ahora, 14 años después, se puede ver el resultado. Mantener esa gran cantidad de plantas fue muy duro al principio. La Asociación de Vecinos La Vaguada sigue organizando la plantación de árboles, en las que siempre cuentan con la estimable colaboración de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), de [la firma] Leroy Merlín y del Ayuntamiento de Cartagena, además de muchos vecinos del barrio.

–¿Cree que los urbanistas son ahora más conscientes de la importancia de contar en los espacios que diseñan con especies de arbolado autóctonas o se sigue tirando demasiado de las exóticas?

–Creo que los urbanistas siguen cometiendo los mismos errores, porque cuando diseñan jardines y parques en las ciudades se mira más la estética, y lo exótico, que el uso de árboles autóctonos. Siempre intento pensar en positivo, por lo que creo que en el futuro se irán concienciando de la necesidad de colocar árboles de la zona en los lugares más contaminados, como son las grandes ciudades. En las autovías y las autopistas, en las que se invierten ingentes cantidades, podemos observar espacios en los enlaces de entrada y de salida en los que no se dedica ningún dinero para crear zonas de arbolado autóctono que ayudaría a eliminar la contaminación de los vehículos.

–¿Qué labores de voluntariado realiza sobre el medio ambiente?

–Me encargo, junto a otras dos personas, del mantenimiento de las plantaciones de árboles. Cada semana regamos alrededor de 400 árboles, sobre todo en la zona del Ecoparque. También llevo dos años trabajando en un proyecto con el Colegio Antonio Oliver, donde tenemos un pequeño vivero de plantas autóctonas con el que se hacen varias actividades con los niños. En él se recogen semillas de los diferentes árboles de la zona para después plantarlas, y cada niño se lleva una semilla en su envase que tiene que cuidar en casa hasta que crezca la planta que después se trasplanta. Después, grupos de niños ayudan al mantenimiento del vivero, y cuando han crecido las plantas se organizan actividades de plantación en el campo. Está claro que el niño que se educa en el cuidado de las plantas será en el futuro una persona responsable y cuidadosa de la naturaleza.

–¿Qué espacio natural destaca de los que conoce de la Región?

–Es difícil destacar un espacio natural de la Región porque todos tienen su encanto. Pero si tengo que decantarme por uno, ese es la Sierra de la Muela. Las vistas de esta montaña son impresionantes, tanto hacia el mar como hacia tierra. Destaca un manantial de agua que emana de una gruta a 400 metros de altura.