Begoña Gómez declara a Peinado que su asesora le hizo «un favor muy excepcional» con la cátedra
Cristina Álvarez se acoge a su derecho a no declarar y deja en manos de la Audiencia Provincial de Madrid la decisión final sobre su imputación por presunta malversación
Begoña Gómez ha declarado a preguntas de su abogado en su cuarta comparecencia como imputada ante el juez de Madrid Juan Carlos Peinado. Siguiendo la ... misma estrategia que en su anterior citación, la investigada por cinco delitos ha rechazado los indicios de malversación de caudales públicos que le atribuye ahora el instructor. De forma previa ha comparecido su asesora en Moncloa, Cristina Álvarez, que se ha acogido a su derecho a no declarar por su papel en las actividades privadas de la esposa del presidente del Gobierno.
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Fuentes jurídicas presentes en la declaración de Gómez han explicado que, por espacio de poco más de cinco minutos, la investigada ha contestado únicamente a seis cuestiones de su abogado, el exministro socialista Antonio Camacho, sobre el cometido de Álvarez. Ha reiterado en línea con los escritos de su defensa que la asesora coordina su agenda y le acompaña a actos, en cumplimiento con el cometido asignado. Y sobre los correos aportados a la causa, en los que se refleja que habría intervenido también en las actividades de la cátedra universitaria que dirigió entre 2020 y 2024, Gómez lo ha calificado de un «favor muy excepcional».
En su breve declaración también ha detallado las funciones de Cristina Álvarez y la justificación de su cometido laboral. Del mismo modo, ha reconocido que la asesora tenía acceso a su agenda completa. Sobre el citado correo electrónico enviado a Reale Seguros, patrocinador de la cátedra de la Complutense, en el que Álvarez habló en nombre de Gómez para continuar con su aportación anual, la investigada le ha quitado hierro enmarcando esta acción en un hecho puntual.
De forma previa, la asesora en Moncloa -ejerce como directora de Programas de la Secretaría de Presidencia del Gobierno- se ha acogido a su derecho constitucional a no declarar como investigada. Álvarez estaba citada a las 11 horas imputada por un delito de malversación de caudales públicos por sus presuntas gestiones particulares para la actividad privada de la esposa del presidente del Gobierno.
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La decisión de no responder a las preguntas del instructor y de las partes tiene que ver con la reciente presentación del abogado de Álvarez de un recurso ante la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid, órgano que tutela la investigación de la causa. En el mismo escrito se impugna el auto de citación de Peinado por falta de motivación y desatender las directrices que ya marcó el tribunal al instructor sobre la investigación a la asesora. Una resolución que no mencionaba el ilícito perseguido, si no cualquier otro hecho que tuviera que ver con un presunto tráfico de influencias.
Recursos
Begoña Gómez –quien hasta ahora estaba investigada por presuntos delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida de marca e intrusismo- ha recurrido también esta nueva imputación, alegando que los nuevos cargos contra ella se basan exclusivamente en que la asesora envió tres correos relacionados con la cátedra, pero que en realidad se remitieron por cuestiones de agenda y seguridad de la mujer del presidente, por mucho que en alguna postdata se hablara de asuntos académicos.
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«Es difícil sostener que con esa actuación la señora Álvarez o mi defendida pudieron cometer un delito de malversación de caudales públicos», alega la defensa de la esposa de Sánchez, quien también ha recurrido la decisión de Peinado de reclamar a Moncloa -siempre en el marco de la investigación sobre el trabajo de Álvarez- todos los mails que Gómez ha enviado y recibido desde 2018 desde el mail corporativo de Presidencia que se le asignó tras la llegada de su marido al Gobierno.
El nombre de Cristina Álvarez, quien ya tenía la condición de investigada desde el pasado 28 de enero, saltó a los medios al conocerse el contenido de varios mails adjuntos a la causa contra la mujer del presidente. En esos mails se evidenciaba que Gómez habría usado, al menos desde noviembre de 2021, a Álvarez para ocuparse de gestiones de la cátedra. Incluso, que ésta era la encargada de gestionar los patrocinios externos de las empresas colaboradoras o de montar un gran evento relacionado con la cátedra con 500 asistentes en la Feria de Madrid por encargo de la mujer de Sánchez.
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«Un favor por amistad»
Su situación se volvió más delicada aún cuando el letrado de Begoña Gómez, el exministro socialista Antonio Camacho, aportó varios mails para intentar probar que su defendida siguió siempre las órdenes de la Complutense a la hora de registrar el polémico software (programa) de su cátedra. Pero esos correos lo que realmente revelaron es que la empleada de Moncloa se encargó personalmente de esas gestiones técnicas de la cátedra.
En su declaración del 20 de diciembre de 2024, entonces solo como testigo, Álvarez sostuvo que únicamente ayudaba a Gómez en sus labores profesionales y académicas en su tiempo libre como «favor» por su «amistad» con ella. «Esta parte (la de trabajar para la cátedra) es de favor, es un segundo en comparación con las 24 horas al día y 365 días» de funciones estrictamente «oficiales» e «institucionales», afirmó la entonces testigo, quien confirmó que fue contratada para «gestionar la agenda» de la esposa de Sánchez a pesar de que su cargo figura dentro del organigrama de Presidencia con ese título de directora de Programas.
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La asesora, que confesó que tiene un nivel 26 y que cobra 49.000 euros al año, aseguró que entró en Moncloa el 16 de julio de 2018, días después de que la moción de censura de Sánchez, y que lo hizo de la mano de su mujer, que fue quien la fichó para crear un «entorno de confianza, seguridad y discreción» alrededor de su persona. Según la compareciente, entró para este puesto de «confianza y asesoramiento» en la misma posición que han ocupado otras asesoras de las mujeres de los anteriores jefes del Ejecutivo. «Begoña me comentó que era un puesto de confianza de la mujer del presidente, era lo que había ocurrido siempre con otros gobiernos», insistió.
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