Disparos de Pascua para subir a la Virgen del Castillo a su santuario
Una multitud de fieles acompañó a la Patrona en una cita excepcional, entre las atronadoras arcas cerradas de los arcabuceros
CARMEN ORTÍN
Martes, 27 de diciembre 2016, 00:27
El Día de la Subida se convirtió en una jornada excepcional, llena de contrastes, al celebrarse en plenas fiestas navideñas, lo que hacía más de medio siglo que no ocurría. Eso sí, fue una cita espléndida, entre cielos despejados y temperaturas frías, aunque apropiadas para tal acontecimiento.
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La jornada se inició con la solemne función religiosa y la tradicional Minerva, en la basílica de la Purísima. El consiliario de la Asociación de Mayordomos, José Antonio Abellán, fue el encargado de portar la custodia con el Santísimo y bendecir a la soldadesca, entre el juego incesante de la Bandera, junto a las atronadoras arcas cerradas de los arcabuceros.
El sentir generalizado coincidió en el acierto de haber trasladado el Día de la Subida, prevista para el pasado domingo 18 de diciembre, a la jornada de ayer, debido al temporal de lluvia. Un aplazamiento que ha permitido poder contemplar imágenes insólitas, como la del nacimiento instalado en el altar mayor de la basílica, junto a la imagen de la Patrona.
Camino de la despedida
El ritual que se celebró fue exactamente el mismo. La salida de la imagen de la Virgen de la basílica, a las 17.30 horas, a hombros sobre unas pequeñas andas y precedida por los disparos de arcabuz, se realizó en medio de una gran presencia de fieles devotos, que la acompañaron durante todo el recorrido, hasta la explanada del santuario. En medio de las arcas cerradas de los 'tiraores' que la circundaban, la imagen realizó las tres vueltas completas al pino de la explanada, con el Mayordomo del Bastón y los Clavarios disparando sus arcabuces sin cesar, mientras el Mayordomo 'jugó' la Bandera de cara a la Patrona. Disparos que finalizaron cuando la imagen llegó al presbiterio y se escuchó la salve, el himno a la Virgen del Castillo, los vivas y el tradicional canto de los Auroros en su honor.
La jornada finalizó con el acto de la Entrega de Insignias, en la que los Clavarios Manuel Lidó Rico y Francisco Javier Romero Candela fueron investidos Mayordomos del Bastón y de la Bandera, respectivamente, para las Fiestas de la Virgen de 2017. En un emotivo acto, con la Iglesia Vieja de telón de fondo, recibieron las insignias de sus antecesores. Los nuevos Mayordomos reccogieron las respectivas Insignias sin intermediarios, lo que les convierte en legítimos herederos de la tradición.
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