Una superviviente del incendio de Atalayas: «Estamos aquí para que algo así no vuelva a pasar»

Los últimos siete supervivientes del incendio que arrasó el pasado 1 de octubre las discotecas Teatre y Fonda Milagros, en Atalayas, que estaban citados a declarar ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 lo hicieron este viernes en la Ciudad de la Justicia de Murcia. Y rememorar la tragedia no les resultó nada fácil, ya que en sus cabezas siguen muy presentes las 13 personas que perdieron la vida en el siniestro.

A pesar de ello, su esfuerzo es un tributo hacia las víctimas mortales y un deber para evitar que algo así vuelva a ocurrir. «Por eso estamos aquí, para que esto no vuelva a pasar. No se trata de ganar dinero, sino de que todo funcione correctamente. Uno sale a divertirse porque quiere distraerse de sus cosas y no puede perder la vida por ello. Todos tienen que participar en eso, también nosotros cuando salimos a los sitios deberíamos fijarnos en las cosas que no están bien», afirmó Valeria Fernanda Cevallos, una de las afectadas del incendio.

Ella fue la última que salió del palco de la Fonda Milagros de la mano de una amiga y describió la escena que vivió como «horrorosa» y «muy dura». «Había mucho humo, fue como salir con los ojos cerrados». Detrás de ella, en el palco de la planta superior, solo estaban ya las víctimas y no hubo ninguna persona de la discoteca que les diera indicación alguna para escapar del incendio. «Nadie nos avisó, no había luz, no había una guía, no vi que hubiera un plan de evacuación, no había nada. Era salir de allí como fuera».

Por su parte, el músico dominicano Richard Uribe, esa madrugada actuó en la sala de la Fonda Milagros, hizo lo contrario que Valeria cuando se dio cuenta de que había fuego: ir hacia él para intentar apagar las llamas. «Estaba en el cuarto de baño en la planta de abajo y al salir, vi el humo. Cogí un extintor, porque no pensaba que iba a ser tan grande y que se podría apagar fácil. Subí a la zona de los palcos y avisé a la gente que había en el primero de ellos y les dije que salieran, que había fuego. Pero no pude seguir, porque en muy poco tiempo, ya no podía respirar por el humo y bajé. Ese incendio nos arropó en cuestión de minutos».

El músico describió la masa de humo como «una enorme ola de mar de color azul y negro, que viene hacia ti». Richard ingresó en el hospital herido por inhalación de humo, donde permaneció un día. A día de hoy, aún acude al médico para tratarse las secuelas que le ocasionó el humo. «Ya he ido dos veces al médico para hacer el tratamiento de respiración. No me siento al cien por cien, pero me siento mejor».

El superviviente del incendio explicó que se pudo hacer más para evitar la tragedia, y dirigió esa responsabilidad hacia los empleados de la discoteca Teatre, donde según la investigación de la Policía Nacional se originó el fuego. «Si desde el local de al lado hubiesen avisado de que había fuego, con cuatro o cinco minutos de margen se habría podido haber hecho algo más por la gente que no pudo salir».

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• Tragedia en las discotecas de Atalayas de Murcia