Volver a vendimiar en Francia por 3,2 euros más la hora

«Resulta significativo que en 2023 todavía se desplacen muchos temporeros al país vecino», remarca Pedro Peñas, secretario del sector agrario de UGT FICA. «Este hecho se produce masivamente porque las condiciones laborales en España no son las que deberían ser para los trabajadores del campo», prosigue el sindicalista, que lamenta que las subidas de los salarios de los jornaleros se hayan hecho mediante un decreto ley en vez de pactar con las patronales del sector una sustanciosa mejora laboral. «Queda en un segundo plano el convenio colectivo; ahí es donde radica la gran diferencia entre un sitio u otro», subraya Peñas. También critica la paradoja que supone que los cupos para trabajar en las campañas agrarias en Francia se cubran de inmediato, mientras que en España los empresarios agrarios se quejan de que no encuentran temporeros nacionales para recolectar sus cosechas.

El motivo se debe en concreto al salario que recibirán al ser como mínimo de 11,52 euros brutos la hora —el denominado salario mínimo interprofesional de crecimiento— para una jornada máxima legal de 35 horas semanales, mientras que en España se paga 8,32 euros brutos la hora; es decir, 3,2 más, un 27,% de diferencia entre ambos países. Además, en el caso de que trabajen hasta las 43 horas semanales, la retribución aumentaría un 25%, hasta los 14,4 euros, detalla la central sindical, pero si sobrepasan ese límite de trabajo a la semana, cobrarán 17,28 euros. «Perfectamente pueden regresar con más de 3.000 euros netos en su bolsillo después de trabajar un mes», señala Peñas.

Asimismo, la legislación francesa incluye una exoneración de cotizaciones sociales de la parte del empleado, con lo que esto puede suponer un incremento salarial del 12,25%, sin perder derechos de protección, añade el sindicato. El salario que percibirán estará en función de la categoría profesional por la que han sido contratados, ya sea cortador, vaciador o portador.

La duración habitual de esta campaña oscila entre 20 y 25 días para llevar a cabo la vendimia más temprana. No obstante, algunos trabajadores podrían permanecer más tiempo al ser trasladados a áreas donde se recoge la uva más tarde, de modo que su estancia se puede prolongar a unos 40 días, explica Peñas.

A pesar de que existen controles a la hora de contratar, UGT FICA encomienda a los jornaleros a exigir a los patrones franceses el contrato en origen, verificar su alta en la Seguridad Social tras obtener la primera nómina y que prevean dónde se instalarán en Francia. «También pedimos que usen transportes autorizados y líneas regulares de autobuses, puesto que los privados carecen de garantías de seguridad», esgrime Peñas.

Como está sucediendo en la Región, se están anticipando las campañas de la vendimia en todos los países del Mediterráneo debido al calor extremo, que ya ha provocado una merma de la cosecha de uva. Por este motivo, CC OO pidió a los vendimiadores que tomen más medidas contra las altas temperaturas que azotan en la época estival.

«Los golpes de calor suceden en cualquier parte bajo temperaturas extremas», explica Juan Blázquez, secretario de Salud Laboral y Medio Ambiente de Comisiones Obreras Región de Murcia, quien cree que la campaña de la vendimia en Francia debería ser un modelo de flujo migratorio laboral a seguir en cuanto a la contratación». «Nuestros empresarios deberían copiar la fórmula para evitar que se sigan marchando trabajadores al extranjero», prosigue.