«Tendremos que volver a reinventarnos»

Especializada en literatura infantil y álbumes ilustrados, Educania, la librería que regenta en Murcia Ana Sánchez no ha abierto la persiana desde el pasado 13 de marzo, como la mayoría de comercios de la Región, afectados por el decreto de alarma. En su caso, Sánchez cerró su negocio a mediodía con la intención de volver por la tarde, pero finalmente no lo hizo, y ello a pesar de que, afirma, «estábamos haciendo una buena venta», pero «no queríamos ponernos en riesgo a nosotros ni a nuestros clientes».

La preocupación por la expansión del coronavirus ya estaba en la calle y la posibilidad de que los colegios cerraran, también. Y en previsión de ello, asegura Sánchez, muchas familias acudieron a su librería para hacer acopio de títulos con los que entretener a los niños. «Se notaba que esa venta iba dirigida a los más pequeños», reitera Sánchez, que también ha pausado la comercialización 'online' de su negocio, dedicado no solo a la venta de libros, sino también de material escolar, papelería y juegos educativos. «Estuvimos dándole muchas vueltas, pero finalmente decidimos no mantener ese servicio porque para trabajar 'online' había que ir igualmente a la tienda, y además poníamos en riesgo la salud de los transportistas», explica la librera murciana, a sabiendas de que esta decisión era «poner piedras sobre nuestro tejado».

«Con la librería cerrada, los ingresos son cero, por lo que hemos tenido que hacer un ERTE», apunta. Como aspecto positivo, Sánchez reconoce que las editoriales les están aplazando el cobro de pagos y también los propietarios del local en el que ubica su librería –en la murciana calle Sociedad– les están «ayudando» con el alquiler.

«Una vez que esto pase, no sé qué va a ocurrir. Este es un sector que ya estaba tocado y soy consciente de que no vendemos un producto de primera necesidad. En China, la gente está saliendo a la calle y el crecimiento es en forma de 'V', pero aquí no sabemos qué pasará y qué consecuencias va a tener todo esto».

El cierre de los centros educativos preocupa igualmente a Ana Sánchez: «Nosotros también somos una distribuidora escolar, y con los colegios cerrados no podemos suministrar material. Si no se reanudan, nos veremos afectados».

Sánchez es, no obstante, optimista: «Tendremos que volver a reinventarnos como lo llevamos haciendo ya mucho tiempo, y espero que nos queden fuerzas para ello y que la gente no deje de leer» .

Con la intención de que sus clientes no se olviden de los libros y, sobre todo, de «animar un poco», desde la cuenta de Educania en Instagram (@Educania) Sánchez realiza estos días recomendaciones de títulos infantiles y cuentacuentos. La iniciativa le permite, además, mostrar todas las novedades editoriales que estaban llegando a la librería y no había podido ofrecer al público, con el fin de que «la gente las conozca, y de que cuando abramos vayan a comprarlas». Sánchez espera que ese momento se produzca «cuanto antes», pero también que este parón «nos sirva para sacar algo positivo».