Vivienda principal que la red de trata de blancas utilizaba para explotar a las víctimas en Molina de Segura.

«Venían hombres en coches y se llevaban a las chicas de la casa»

Vecinos de los pisos de Molina y Murcia que usaba la red de explotación sexual desmantelada afirman que el trasiego de clientes era constante

Jueves, 20 de abril 2023, 19:09

La organización criminal que explotaba sexualmente mujeres y hombres en varias casas de citas de las localidades de Molina de Segura y en la ... pedanía murciana de Cabezo de Torres llevaba más de cinco años funcionando en ambos municipios. Los vecinos de las viviendas que fueron alquiladas para prostituir a las víctimas aseguran que era frecuente ver a chicas jóvenes y extranjeras por los alrededores de los inmuebles. «Solían estar en un parque que hay aquí al lado. Eran muy discretas», explica un residente de la calle El Pequeño, donde se ubica una de las casas de citas.

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Los vecinos relatan que hace dos semanas la calle estuvo cortada durante un día entero por agentes de la Policía Nacional y que llevaron a cabo el registro del domicilio y el arresto de varios integrantes del grupo criminal. «Estuvieron desde primera hora de la mañana hasta la noche», relata un testigo del operativo.

El trasiego de hombres que entraban y salían de la casa delataba el tipo de servicio que se prestaba en el interior de la vivienda. No obstante, los residentes aseguran que nunca hubo altercado alguno, «ni gritos, ni peleas. Se ve que estaban muy bien enseñadas y no querían problemas. Solo había gente entrando y saliendo, sobre todo por las noches». Fue la denuncia de una persona anónima la que puso a los agentes de la Ucrif de Murcia y Central sobre la pista de la trama de explotación sexual.

La operación policial desencadenada hace dos semanas permitió liberar a 15 víctimas de trata, entre ellas cuatro hermanas del cabecilla, y detener a los catorce presuntos miembros del grupo que los explotaba, entre ellos su supuesto líder.

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El domicilio de la calle El Pequeño era el que utilizaba la red de trata de blancas como centro de operaciones y para 'aleccionar' a las víctimas que llegaban desde Colombia engañadas con falsas promesas de puestos de trabajo en otro tipo de negocio. El cabecilla, un hombre de nacionalidad colombiana, las trasladaba hasta la casa, las tenía un tiempo allí y les informaba de la deuda que habían contraído y que debían saldar ejerciendo la prostitución.

Luego eran enviadas a los otros dos pisos que tenía la organización, ubicados en la calle Mayor de Molina de Segura y en la calle Zanja, en Cabezo de Torres. Allí, las sometían a un férreo control, exigiendo disponibilidad las 24 horas del día con un único día libre a la semana. El trato que recibían era intimidatorio y degradante y eran obligadas a consumir drogas. Una de las víctimas, una mujer transexual, falleció el pasado verano en uno de los pisos, después de realizar un servicio de larga duración con consumo de estupefacientes y medicamentos para la disfunción eréctil.

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Vivienda en reformas

Casa en la pedanía murciana de Cabezo de Torres, donde las mujeres eran obligadas a mantener relaciones sexuales.

La vivienda de Cabezo de Torres se encuentra en obras desde principios de abril. Los inquilinos se marcharon hace un mes. Entre ellos había entre siete chicas jóvenes que habitualmente eran trasladadas por los miembros de la organización en coches desde aquí a otros lugares, aparentemente, a puntos concretados por los supuestos clientes y donde llevaban a cabo los servicios sexuales. «Solían venir hombres en coches caros y se llevaban a las chicas», afirma un residente de la calle Zanja.

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