El vendaval derriba árboles, cubiertas y vallas y causa destrozos en coches

Los fortísimos vientos de la borrasca 'Hugo' no dieron tregua ayer en la Región, donde se activó la fase 1 del plan de Protección Civil por el vendaval y llegaron a registrarse rachas de 120 kilómetros por hora. Árboles y ramas caídos, cubiertas desprendidas, objetos en las carreteras y techos y cornisas sobre el asfalto marcaron una jornada sin respiro para el Centro de Emergencias 112, bomberos y Policía Local.

El Centro de Emergencias atendió desde primera hora de la mañana más de dos centenares de llamadas con avisos. La mayoría se trataban de retirada de obstáculos de la vía pública. El municipio más afectado fue Murcia, con 57 incidentes comunicados.

En Javalí Nuevo, en Murcia, una pared se desplomó sobre un coche alrededor de las seis de la mañana sin que se produjeran daños personales. En Abarán voló parte de la cubierta de un supermercado y una valla publicitaria; en Beniel, la caída de un trozo de techo de una casa ocasionó destrozos, y en Molina de Segura los bomberos tuvieron que asegurar una placa publicitaria en la cubierta de un edificio.

Los vecinos de Jumilla, donde se alcanzaron rachas de 100 kilómetros por hora, vieron cómo el viento derribó por la mañana un pino centenario de la Plaza de El Rollo de unos 20 metros de largo. La caída del árbol no causó daños personales, pero provocó destrozos en cuatro vehículos.

En algunas zonas se tomaron medidas de precaución para evitar accidentes. La Policía Local de Caravaca de la Cruz restringió el acceso al paraje natural de las Fuentes del Marqués por el peligro de desprendimiento de ramas en los árboles. En ese municipio, los voluntarios de Protección Civil tuvieron que retirar un árbol en la alameda de Barranda, los cascotes de parte de la fachada de una vivienda en la calle Faustino Picazo y las chapas metálicas de una nave en el Camino Viejo de Archivel.

En Alcantarilla, un pino de grandes dimensiones fue derribado en el renovado Jardín de las Palomas. El árbol se desplomó sobre la acera y la carretera de la calle Los Carros. En esta misma plaza, en julio, se desplomó una gran palmera sin que se produjeran daños personales, solo materiales. En aquel momento el equipo de Gobierno aseguró que realizaría un chequeo al resto de árboles de la plaza, y ese pino fue uno de los que pasó la criba. En Cartagena, una mujer de 82 años tuvo que ser atendida al caer al suelo empujada por la fuerza del viento, y en Yecla, el viento derribó una piscina portátil de un edificio hasta la calle. Las rachas en esta localidad de la Región alcanzaron los 123 kilómetros por hora.

Los efectivos de emergencias, que se reforzaron para atender las incidencias, pasaron el día trabajando en la retirada de carteles, vallas, andamios, tejas y otros elementos desplazados por el viento. Varios municipios cerraron al público sus jardines, como los de Floridablanca y José María Falgas en Murcia y el municipal de Abarán, para evitar que las posibles caídas de ramas ocasionaran accidentes, y cerraron el paso a calles con peligro de desprendimiento de cornisas.