Vecinos del Carmen: «Que se repita la cumbre europea, así nos arreglan el barrio»

En el kilómetro cero, donde se ubica el Cuartel de Artillería, sede de las deliberaciones sobre la ampliación y la autonomía económica de la Europa de los 27, unos están disgustados, otros, resignados y la mayoría, satisfechos porque la cumbre les dejará los jardines como nuevos y las fachadas, incluso las de comunidades de vecinos, recién pintadas.

Para Yaiza, camarera de El Chiringuito del Carmen, el bar que está justo frente al Cuartel, la mañana ha sido muy ajetreada porque ha tenido más clientes que de costumbre y a dos horas de la comida tenían ya todas las mesas reservadas para degustar un menú con estofado, ensalada, crema de calabaza y calabacín relleno. «Hemos tenido mucho jaleo. Ha venido mucha gente de la cumbre, sobre todo policías pidiendo muchos cafés y tostadas», dijo la joven al mediodía.

María José es de las vecinas que no ha tenido inconvenientes con el amplio dispositivo de seguridad desplegado en el barrio que, incluso, incluyó helicópteros sobrevolando la zona de la calle Cartagena y Barriomar, para sorpresa de un grupo de trabajadores que estaban este jueves por la zona y miraban con curiosidad al cielo. «No he tenido problemas. Hay mucho control, pero sin molestias. Como vamos andando al colegio…», dijo junto a un niño.

María también es vecina de la calle Cartagena, pero no lo ve así. «Nos molesta mucho la cumbre. Llevamos tres años con la calle sucia y han plantado flores, han pintado y han hecho lo que nunca», se queja, molesta, porque por la mañana, para dejar a sus hijos en el instituto, tuvo que esperar mucho en la zona de la gasolinera del Rollo porque el semáforo, que es nuevo, sigue sin funcionar y no había policías regulando el tráfico en ese punto. «No sé lo que se está debatiendo (en la cumbre). Me viene bien que se haga aquí porque han limpiado las calles. Sin ellos no habría ni barrenderos», comentó su tío.

Jesús, en cambio, cree que a la ciudad le viene bien acoger reuniones como esta porque es «algo extraordinario». Elías vive en las inmediaciones de la calle Cartagena y se vio obligado a aparcar en San Pío X. Cree que «hay mucho paripé», con lo de sembrar flores en los alrededores del Cuartel de Artillería. «Está muy bonito, pero el resto del año no hay nada. Estaría bien que fuera siempre y no solo para esto», señaló a LA VERDAD.

Un grupo de turistas de Uruguay y Estados Unidos que paseaba por el Cuartel de Artillería lo vio todo «genial, impecable». Inma también es de las vecinas satisfechas con que su barrio acoja una cumbre europea. «Fueron a la casa de los que vivimos cerca y nos pidieron la documentación de todos los residentes. Nos han arreglado el barrio. Deberían venir más a menudo. Me gusta cómo han dejado el jardín, han puesto nuevas palmeras, han pintado las vallas y las fachadas».

Alejandro tiene una peluquería en la calle Cartagena y lleva la mañana muerta porque cree que la prohibición de aparcar le ha espantado clientes. «La gente piensa que con lo que hay es imposible entrar en la barbería. En toda la mañana solo han venido dos».

Otra vecina aseguró que a ella la cumbre no le afecta y quiere que se repita. «Así arreglan el barrio. Nos queda un solar que tenemos al inicio de la calle Cartagena que está lleno de ratas, pero el ayuntamiento no lo arregla porque es propiedad privada. Por lo demás, han dejado el Cuartel de Artillería monísimo. Estamos protegidos, por lo menos».