Violeta Urmana: «No me desnudaría ni haría cosas vulgares»
Clausura el martes la XX Semana Grande de Cajamurcia, en el Auditorio Víctor Villegas, arropada por la Orquesta Sínfonica de la Región de Murcia Violeta Urmana. Soprano
ANTONIO ARCO
Sábado, 30 de octubre 2010, 11:40
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Ténganlo en cuenta: cita en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia el próximo martes -20.00 horas-, con una de las sopranos, en plenitud de facultades, más demandadas por los grandes escenarios de ópera del mundo. Cita con la lituana Violeta Urmana. Cita con la voz -espléndida- en estado puro. Su recital tendrá lugar en el mismo escenario en el que ya han dado muestras de su talento, en los últimos tiempos, otras dos grandes: Kiri Te Kanawa -ya de retirada- y Cecilia Bartoli -se come el mundo-. La italiana, que cantó en diciembre de 2009, fue despedida por el público de Murcia -entregado, dichoso, viviendo la presencia de la mezzosoprano en la ciudad como un auténtico acontecimiento musical- con una larguísima y cálida ovación, a la que la diva romana respondió con la entrega generosa de su voz y su potencial dramático en escena, y con una sonrisa de las que dejan huella. La neozelandesa Kiri Te Kanawa ofreció su recital en Murcia, patrocinado por Cajamurcia, en noviembre de 2008, apenas un mes después de que el veterano Georges Pretrê, un titán de la batuta que protagonizó el Concierto de Año Nuevo de ese mismo año al frente de la irresistible Filarmónica de Viena, clausurase, con la 'Sinfonía nº 3' de Brahms en el programa, interpretada por los músicos de la Deutsches Symphonie Orchester de Berlín, la oferta cultural de la XVIII Semana Grande. La actuación de la diva fue, sencillamente, deliciosa. Ahora le toca el turno a Violeta Urmana, grande entre las grandes, quien protagonizará su recital, junto al tenor Alfredo Nigro, arropada por la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, dirigida en esta ocasión especial por Miguel Ángel Gómez Martínez. Urmana, de quien la crítica destaca «su voz suntuosa, de bello colorido y gran extensión, que conjuga con una gran presencia teatral», cantará en Murcia antes de atender sus dos grandes compromisos operísticos en España: 'Macbeth' en febrero de 2011, junto a Carlos Álvarez, en la temporada de la ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera); y 'Tosca' en el Teatro Real, en julio del mismo año, con dirección escénica de Nuria Espert. Violeta Urmana deja claro, en sus respuestas al cuestionario de 'La Verdad', que no le ha gustado nada que La Fura dels Baus haya convertido en un vertedero el escenario del Real para el estreno de 'Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny', de Kurt Weill/ B. Brecht, la primera producción de la era Gérard Mortier.
-¿Qué es lo más importante que le ha ocurrido en su carrera?
-Que con humildad y sencillez he tenido el valor de seguir mi camino: ser cantante. También he tenido el valor de dejar mi tierra y he demostrado poseer, en muchas ocasiones, valentía a la hora de elegir mi repertorio y de tomar importantes decisiones a lo largo de mi vida.
-Y, hasta ahora, ¿qué es lo más importante que ha aprendido?
-Que no hay que dejar nunca de creer en una misma. Hay que ser paciente y, también, muy decidida.
-¿Cuál es su escala de valores?
-Honestidad, credibilidad, lealtad y pureza interior.
-¿A qué obstáculos se ha tenido que enfrentar para avanzar en su carrera?
-Nunca he tenido la sensación de que mi carrera fuera especialmente difícil. Eso sí, he tratado siempre de prepararme lo mejor posible para mis trabajos. Sin embargo, al comienzo de mis estudios en Lituania es posible que fueran pocos los que creían en mí. No me importo: he alimentado mi pasión, me he esforzado extraordinariamente, aunque con paz interior, y siempre he obedecido a mi instinto.
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-El éxito, ¿qué valor tiene?
-Es el resultado de todos los esfuerzos, del trabajo y también de la inspiración. De todo ello depende el éxito que consigas.
-¿Qué le emociona?
-Poder expresar la música con mi propia voz, poder materializarla.
-¿Qué cosas le indignan?
-Me molesta que hoy en día se diferencie tan poco una buena actuación de una mediocre. Hoy en día todo es 'marketing'. Me molesta que actualmente la dirección operística caiga en tantos despropósitos, con tantas perversiones y vulgaridad. Siempre he estado a favor de puestas en escena modernas e interesantes, pero no de las acciones vacías y de las soluciones escandalosas. Creo que el teatro debe llevar al hombre a la reflexión y a la inspiración. Pero el escenario de la ópera no debe de llenarse todo de basura. Para eso puede uno escribir una obra de teatro y ponerla en escena.
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-¿De qué salva la música?
-De las banalidades de la vida.
-¿Imagina su vida sin cantar?
-De momento apenas puedo imaginarlo, aunque sí cuando sea mayor. No me gustaría seguir viajando y cantando por el mundo si ya no estoy en situación de alcanzar los niveles que yo misma me exijo. Sin embargo, algunos y algunas cantan porque tienen ofertas y simplemente necesitan el dinero.
-¿Realmente cree que 'la música amansa a las fieras'?
-La música puede ser tranquilizadora o también, a veces, emocionalmente muy perturbadora. Sin embargo, equilibra o debería, en mi opinión, equilibrar de alguna forma el alma; y creo que la música sirve de estímulo para reflexionar. No obstante, a veces se ve contaminada por la dirección, que distrae de la música y enerva. En general, es de todos conocido que la música puede curar. Cantar de forma armónica tiene un efecto ciertamente muy positivo sobre el oyente.
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-¿Cayó en la tentación de sentirse por encima de los demás?
-Nunca miro hacia abajo sino hacia arriba. Normalmente, el ser humano persigue siempre evolucionar, mejorar su situación, ¿no? Siempre he elegido a las mejores cantantes como mis ídolos para poderme mirar realmente en ellas: Sutherland, Callas, Tebaldi, Ponselle&hellip
-¿A qué tiene miedo?
-Los miedos son contraproducentes, por ello trato deliberadamente de echarlos de mi lado. No siempre ha sido así, pero hoy puedo decir que estoy libre de miedos. Sólo debe quedar la excitación antes de salir a escena. Un artista no puede convertirse en una máquina sin sentimientos. Pero esa excitación debe seguir siendo constructiva.
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-¿Cuál es su heroína de ópera preferida y por qué?
-En este momento es Isolda (de la ópera 'Tristán e Isolda' de Wagner). Quizás porque emana tanta fuerza y sensibilidad nórdica, y está tan llena de amor, que muere de amor.
-¿A qué compositor escucha en la intimidad de su casa?
-Apenas oigo música en casa. Estoy rodeada de música permanentemente, así que en casa prefiero ver la televisión e informarme de lo que sucede a mi alrededor.
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Holgazanear un poco
-¿Cómo es su día a día?
-Cuando estoy en casa tengo muchas cosas que hacer y estoy siempre muy ocupada. Cuando salgo de casa puedo descansar más fácilmente; puedo, incluso, holgazanear un poco. Durante los ensayos siempre hay más que hacer y hay que descansar suficientemente. Cuando actúas tienes dos o tres días en medio libres y puedes hacer más cosas: ir algo más de compras, hacer quizás una excursión, visitar museos, comer algo bueno y a veces, ¡para no hablar demasiado!, encontrarte con amigos.
-¿Le gusta viajar?
-Me gusta conocer otros países y ampliar horizontes. No obstante, no soy una turista particularmente activa, ya que para mantener la frescura de mi voz renuncio frecuentemente a actividades estresantes y a grandes concentraciones humanas. Cuando se viaja automáticamente uno tampoco se siente en casa. Frecuentemente echo de menos estar en casa, pero sin embargo en casa no se puede hacer una carrera y no se puede ganar dinero... así es que estoy muy agradecida por todo lo que tengo.
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-¿Cómo ve al público de hoy?
-Hoy en día todos estamos acostumbrados a muchos estímulos visuales, tenemos un rápido ritmo de vida y no es fácil entretener a la gente en la ópera. Sin embargo, todo aquel que de forma casual o planeada viene a una representación queda cautivado por la magia que la ópera ofrece.
-¿Cómo hacer que el público joven se interese por la ópera?
-El que una persona joven se interese por la cultura depende de la educación que reciba en su familia y en la escuela, por eso es tan importante que nos preocupemos de que la educación sea cada vez mejor.
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-¿Cómo luchar contra la vulgaridad?
-En primer lugar, dando ejemplo de todo lo contrario a la vulgaridad en las familias. Si no cultivamos unos valores que nos hagan más humanos, ¿de qué nos quejamos?
-¿Por qué le gusta tanto cantar 'Sola, perduta, abbandonata' de 'Manon Lescaut'?
-Es una de las arias de soprano más bellas y dramáticas de Puccini. Siempre me produce un enorme placer experimentar las fuertes emociones contenidas en ella.
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-¿Qué le inspira 'La Bohème'?
-Ay, pienso en la fragilidad del naciente amor ...
-¿Con qué sueña Violeta Urmana?
- Sueño con que los hombres piensen más en la espiritualidad.
-El amor, ¿es un castigo o una bendición?
-¡El amor no puede ser un castigo ya que es lo mejor que hay en este mundo! Cuando alguien siente el amor como un castigo es porque, con mucha probabilidad, es otra cosa: dependencia, fijación, necesidad...
-¿Qué es lo que más le gusta del personaje de Gioconda -ópera de Ponchielli-, tan importante en su trayectoria?
-El amor de la Gioconda es tan puro y tan grande que se sacrifica. Lamentablemente, un gran amor para una persona que no lo merece. ¡Es un papel maravilloso, una música maravillosa...! Hice una grabación de esta ópera en el 2002, junto a Plácido Domingo en Munich, de la que estoy muy contenta. Desde que soy soprano he cantado este papel con mucho gusto en Berlín, Londres, Nueva York, Madrid...
-¿Qué siente usted cuando canta el aria 'Suicidio'?
-Siento el dolor de la renuncia, de la duda, siento ¡el final!; y, también, los soberbios momentos luminosos de los recuerdos.
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-¿Cómo será la Tosca a la que usted dará vida en julio de 2011 en el Teatro Real?
-Mi Tosca no es una diva estúpida e histérica. Es una enorme artista con sus fortalezas y sus debilidades, muy apasionada, fiel y honesta. Una persona con gran sensibilidad, fantasía y profundidad de emociones.
-¿A qué petición de un director de escena se negaría usted?
-No me desnudaría ni haría cosas vulgares. Hasta ahora todo ha ido bien. Una vez tenía que manipular unos trucos circenses mientras cantaba un aria difícil. Estaba asustada y dije que no me sentía segura y pedí que me enseñaran a manejarlos con total soltura. Me divertí tanto que se convirtió en mi escena favorita. Pero, ¡por favor!, nada de vulgaridades.
-¿Qué ha escuchado usted del Auditorio Víctor Villegas de Murcia, donde actuará el martes?
-Solamente he oído que es muy bonito y que es nuevo. Estoy ansiosa por actuar allí y poder conocer Murcia.
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