Las dos universidades públicas y la Comunidad barajan congelar las tasas de matrícula otro año

De la misma premisa parten también en la Dirección General de Universidades, donde trabajan el documento de tasas públicas para el próximo curso de las dos instituciones con el mismo planteamiento. La decisión debe tomarse en un Consejo Interuniversitario aún por celebrar.

Las tasas públicas de matrícula de grado llevan más de una década congeladas, y las únicas variaciones han ido dirigidas a cuestiones puntuales, como la rebaja del precio de los másteres. De hecho, el rector Luján entiende que la congelación de los precios públicos implicaría en la práctica una rebaja, ya que el salario mínimo se ha incrementado y también el IPC.

Las dos universidades públicas de la Región siguen a la espera de que se apruebe el nuevo plan de financiación plurianual (que acumula dos años de retraso, ya que el anterior venció en 2020), y han comenzado a recortar gastos preocupadas de que el próximo año no puedan cuadrar el presupuesto sin endeudarse. La ajustada situación financiera de las dos instituciones docentes ha empeorado en los últimos meses por el incremento de los gastos a consecuencia del vertiginoso incremento del precio de la factura de la luz, que ha generado un agujero de un millón de euros en el caso de la UPCT y de cinco en el de la UMU.

De hecho, las dos universidades han puesto en marcha planes de contención del gasto, como el cierre de todos los edificios de los campus durante el mes de agosto y cortar el grifo de los gastos de mantenimiento y renovación de los inmuebles, entre otros.

El precio final de la matrícula que paga el estudiante depende del grado que estudie. Los incluidos en el grupo con mayor experimentalidad (Medicina, ingenierías...) son más caros, 16,78 euros por crédito (más de mil euros por curso). Los de grado 2 de experimentalidad (Historia, Derecho...) son algo más económicos, 14,38 por crédito (más de 800 euros). La cuenta se incrementa de forma exponencial cuando se trata de segundas, terceras y hasta cuartas matrículas, muy penalizadas en la Región, ya que doblan y triplican el precio.

Las tasas se mantienen sin rebajas, pero sí es previsible que aumenten las becas para los alumnos con menos recursos, una vez se han ido relajando en sucesivas reformas las estrictas condiciones impuestas hace más de una década por el exministro Juan Ignacio Wert.

En el último año 1.208 alumnos de la UPCT lograron becas de estudios concedidas por el Ministerio por un importe superior a los 2,8 millones de euros, y otros 59 becas propias. Además, se lanzó una iniciativa de 'crowdfunding' para disponer de un fondo extraordinario para los estudiantes universitarios que se vieron perjudicados económicamente por la Covid 19. Los estudiantes de la Universidad de Murcia obtuvieron 10.598 becas del Ministerio por importe de casi 28 millones de euros y 1.696 propias por 900.000. De las 15.632 becas solicitadas el pasado curso en la UMU, el 71,9% fueron concedidas. El programa 'Ningún estudiante atrás' supuso gracias a los donativos de instituciones y empresas privadas y trabajadores de la UMU, el abono de matrículas universitarias por un importe de 280.000 euros a 313 alumnos afectados por la pandemia.

Los estudiantes que se matriculen de un máster el próximo curso tendrán muchas más opciones para lograr una beca, después de que el Gobierno central rebajara la nota que da derecho a las ayudas del 7 actual al 5. Más de 2.700 alumnos están matriculados este curso en algún máster en la Universidad de Murcia, y de ellos, cerca del 28% disfrutan de una beca. Resulta complicado calcular cuántos de los no becados tienen una media inferior a 7, pero en la UMU calculan que serán centenares. En la UPCT estudian un máster 668 alumnos.

A todos ellos se les aplicará a partir de septiembre el beneficioso cambio del que ya disfrutan desde hace dos años los matriculados en grados y, desde este mismo curso, los estudiantes de másteres habilitantes, los obligados para ejercer profesiones como abogado. Con la modificación en tres fases, el Gobierno cumple su compromiso de derogar la parte central de la reforma del sistema de becas que el PP impuso en 2012, y que impidió a muchos estudiantes sin recursos ir a la universidad, pues para recibir beca, aunque solo les liberase de la matrícula, además de tener unos ingresos familiares reducidos se exigía un listón académico muy superior al aprobado, de 6,5 a 7 de nota media. La beca, con la criba académica, dejó de ser un derecho únicamente destinado a compensar desigualdades sociales que ahora se ha recuperado.