Tres focos de lengua azul en Águilas obligan a la vacunación de 386.000 ovejas y vacas en la Región de Murcia

La lengua azul es una infección que afecta sobre todo a las ovejas, pero también a otros animales rumiantes, tanto domésticos como salvajes (vacas, cabras, ciervos, rebecos, entre otros). En la mayoría de casos, el animal pasa la enfermedad sin presentar síntomas, pero la alerta en las tres granjas aguileñas llegó con la detección de varias lesiones y una clínica compatible con el virus, que fue confirmado por el Laboratorio Agrario de Sanidad Animal de El Palmar y, más tarde, por el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, centro estatal de referencia para estas enfermedades.

Este virus ni se transmite ni se contagia a las personas, ni tampoco condiciona el consumo de carne o productos lácteos procedentes de estos animales. «La infección se produce por culpa de la picadura de un pequeño mosquito, del género Culicoides, que pueden llegar a recorrer hasta 20 kilómetros y sobreviven durante la primavera, el verano y el otoño en nuestro país, y más en zonas como la nuestra, donde las temperaturas favorecen su presencia», explica María José Cubero, catedrática de Sanidad Animal de la Universidad de Murcia. Considera que era «esperable» que la enfermedad llegase a la cabaña ganadera de la Región en algún momento, y más tras la detección de casos en Andalucía y Castilla-La Mancha.

La aparición de la lengua azul en la Comunidad ha conllevado a la activación del protocolo establecido por el Ministerio de Agricultura, que implicará la vacunación obligatoria frente al serotipo 4 (variante detectada en la Región) de 36.500 animales de bovino y 350.000 de ovino. El próximo lunes, las Asociaciones de Defensa Sanitaria comenzarán a inyectar las dosis al ganado de los territorios de Águilas, Lorca, Mazarrón y Puerto Lumbreras, al ser el área más cercana a las tres explotaciones afectadas, detalla la Consejería, que ha comprado para esta tarea una primera remesa de 72.000 vacunas.

«El proceso de vacunación continuará posteriormente, y hasta el mes de abril (cuando se inicia el periodo de actividad del mosquito transmisor), en el resto de animales de la cabaña de ovino y vacuno de la Región», explican desde el departamento que dirige Sara Rubira. El pasado lunes, representantes del sector ganadero se reunieron con la Consejería para conocer todas las medidas que deberán llevar a cabo. Entre ellas, se procederá a la desinfección de las explotaciones.

En cuanto al transporte, las explotaciones murcianas que vayan a enviar sus animales al matadero (tanto a regiones libres como restringidas por la aparición de este virus) deben cumplir una serie de requisitos, como la limpieza y la desinsectación tanto de los vehículos como de los animales. «Si se van a enviar a otro cebadero (donde crecen) ya sea de región libre o restringida, deben, además de lo anterior, aportar una PCR negativa de los últimos 15 días».

La vigilancia permanente de ganaderos y veterinarios sobre esta enfermedad ha permitido la detección precoz en el caso de las granjas de Águilas, asegura Cubero, quien recuerda que, «afortunadamente», existe una vacuna para combatir esta enfermedad, «por lo que no hace falta sacrificar al ganado». La Consejería ha pedido al ministro Luis Planas que convoque cuanto antes la Conferencia Sectorial de Agricultura para tratar de manera monográfica las enfermedades emergentes que están afectando ya a diferentes comunidades.