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Viernes, 21 de septiembre 2018, 07:25
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Una botella de agua, de litro y medio, es lo que la Policía Nacional sospecha que M. I. T. O., de 32 años, empleó para almacenar el líquido acelerante de la combustión con el que roció a Dolores M. C., de 38 años, y que le causó quemaduras en el 80% de su cuerpo, que acabaron con su vida. Fuentes de la investigación indican que «utilizó hasta la última gota del líquido», y que, al ser de plástico la botella, «se derritió entera», por lo que la supuesta autora del asesinato también sufrió quemaduras.
La información recabada por la Policía Nacional les ha permitido confirmar que la detenida es una toxicómana, que reside en Puente Tocinos, y que el martes se dirigió al barrio de La Paz guiada por un posible ánimo de venganza contra Dolores. Ambas, al parecer, se conocían. Su relación se rompió el pasado sábado, después de que Dolores impidiese a M. I. T. O. robarle la bicicleta a su hijo, de 15 años, y que padece una discapacidad mental. La Policía Judicial está tratando de determinar si la detenida empleó gasolina, queroseno o incluso un líquido para barbacoas.
La acusada, que niega los hechos, pasará previsiblemente hoy a disposición judicial tras recibir el alta hospitalaria. La abuela de los cinco hijos de Dolores confirmó ayer que los críos no sabían aún que su madre había muerto. Sus restos mortales fueron trasladados al tanatorio Murcia Centro.
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