Caos en la Región por la gota fría
El Gobierno regional pide ayuda a la Unidad Militar de Emergencias ante las inundaciones provocadas ayer y las que podrían darse hoy
La gota fría cumplió ayer con las previsiones más pesimistas. Las lluvias torrenciales, que dejaron registros nunca vistos en los últimos 30 años, amenazaban ya por la noche con generar una «gran crecida» en el río Segura a su paso por Murcia y provocar inundaciones catastróficas en Santomera, Beniel y la capital. Así lo aseguró ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, quien anticipó una «onda de avenida» durante la pasada noche. Es decir, una crecida extraordinaria de los cauces, que llegarán a su capacidad máxima. «La situación es muy preocupante; lo peor está por llegar», dejó claro el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras. De hecho, el Gobierno regional activó por la noche el nivel 2 de alerta del Plan contra Inundaciones, solicitando la presencia en la Comunidad de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ante la intensidad de inundaciones y riadas. También en Murcia, donde cientos de vecinos de las pedanías murcianas de Santa Cruz, El Raal, Alquerías y Zeneta empezaron a ser evacuados a última hora de la tarde. Una imagen obtenida ayer por el helicóptero del 112 muestra cómo la acumulación de cañas en el tramo comprendido entre Molina de Segura y Alguazas habría sido un factor decisivo para el desbordamiento del río en esa zona de huerta.
Publicidad
Y eso que las fuertes y persistentes lluvias provocaron durante toda la jornada de ayer el desalojo de unos 300 personas en varios municipios, el rescate de otros tantos conductores, el corte de la línea férrea entre Murcia y Albacete y de varias carreteras, incluida la autovía A-7 a su paso por Lorca y Santomera, además de numerosos problemas en centros de salud, hospitales. La noche del miércoles al jueves ya fue movida, con más de una decena de vías cortadas al tráfico y multitud de incidencias que fueron aumentando (más de mil había registrado el 112 hasta las nueve de la noche) a medida que las tormentas fueron ganando fuerza y extendiéndose por toda la Comunidad, llegando a acumularse más de 200 litros por metro cuadrado en Molina de Segura y zonas del centro de la Comunidad donde las calles mutaron en auténticos ríos.
El Segura duplicó su caudal en la Contraparada en solo un par de horas, y poco antes de las cinco de la tarde ya se había desbordado a su paso por Archena, inundando ambas márgenes y anegando cultivos, jardines y parques infantiles. Las canalizaciones del Trasvase Tajo-Segura también acabaron reventando a su paso por Molina de Segura y Fortuna, lo que supone la interrupción del suministro durante varias semanas. Pese a todo, los embalses de la cuenca «están todavía en porcentajes de capacidad muy bajos y no está prevista la apertura de compuertas bajo ninguna circunstancia», aclaró a media tarde la CHS, que insistió en la importancia de adoptar la «máxima precaución». La que les faltó, por ejemplo, a las casi 70 personas que tuvieron que ser rescatadas por los servicios de Emergencia al quedarse atrapados dentro de sus vehículos por los efectos de las riadas en Molina de Segura, Fortuna y Santomera.
La gota fría descargó más de 200 litros por metro cuadrado en Molina de Segura, y obligó a desalojar a más de 300 vecinos en varias localidades
Una de las situaciones más tensas se vivió en el barrio ciezano del Cabezo de la Fuensantilla, donde el Ayuntamiento decidió desalojar varias viviendas que presentaban el riesgo inminente de derrumbe por los violentos chaparrones registrados en el municipio desde primera hora. Algunas familias se resistieron en un primer momento al desalojo, aunque finalmente fueron 56 los vecinos reubicados en el albergue municipal de La Atalaya. En la barriada de las Casas Baratas, en Blanca, también fueron desalojadas más de 80 personas, mientras que Protección Civil tuvo que emplearse a fondo para rescatar a una familia atrapada en Fortuna, y a varias personas más en Alguazas. En Molina de Segura, el Ayuntamiento había desalojado ya a otros 30 vecinos al cierre de esta edición, y la Policía Local seguía pidiendo, a través del megáfono, que los vecinos evacuaran zonas de huerta de las pedanías de La Ribera, Torrealta y El Llano ante el «inminente desbordamiento del río». El Ayuntamiento habilitó un centenar de camas en el Centro Integrado de Formación y Experiencias Agrarias (CIFEA) para atender a los afectados por los desalojos. También debieron ser socorridas varias familias en Lorquí y en Archena, mientras 150 clientes tuvieron que ser evacuados de un hotel de lujo en Torre Pacheco.
Ver fotos
Aislados por tren
La gota fría más desalodora de los últimos años también se cebó ayer con centros de salud y hospitales, que se vieron obligados a cerrar sus puertas por las inundaciones en las instalaciones. El consultorio de Abanilla fue uno de los primeros en sufrir los rigores de las tormentas, que dejó al edificio sin luz y sin teléfono. Los de Ojós y Ricote también echaron la persiana, lo que obligó a los pacientes de estas localidades a recurrir a la ambulancia para desplazarse al centro de salud más próximo, el de Archena. También se vio seriamente afectado el centro de salud mental de Molina de Segura, completamente anegado por el agua, y donde se tuvieron que anular todas las consultas. En Lorca, el hospital Virgen del Alcázar suspendió la actividad de todos los quirófanos.
Publicidad
El presidente de la Comunidad Autónoma reconoció por la tarde que la situación es «muy preocupante» y que «lo peor está por llegar»
Por otro lado, las complicaciones fueron mayúsculas para el tráfico en la autovía A-7 a su paso por Lorca y Santomera, mientras otra veintena de carreteras permanecían cortadas al cierre de esta edición. Coger el coche ayer no era nada recomendable, pero el tren también sufrió los rigores de esta descomunal gota fría. De hecho, Renfe tuvo que cortar la circulación ferroviaria entre Madrid y la Región, poco después de las diez de la mañana, debido a las inundaciones registradas entre Cieza y Agramón. La empresa estableció inmediatamente un plan alternativo de transporte para «garantizar la movilidad de los usuarios», trasladando a los pasajeros de dos trenes en autobús. También hubo problemas en la línea de cercanías que une Murcia y Alicante.
Para hoy, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene la alerta (que bajará a naranja a partir de las seis de la mañana) por unas lluvias que podrían volver a dejar hasta 200 litros por metro cuadrado.
Publicidad
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión