Un fondeadero sin autorización tiene casi 200 barcos amarrados en el Mar Menor

Con cinco figuras de protección y situado en el centro del debate nacional, el Mar Menor no se libra de ocupaciones fuera de la ley. El club náutico La Puntica tiene en la bahía de Villananitos, en Lo Pagán, un fondeadero sin autorización con 194 embarcaciones amarradas a atraques flotantes a la gira.

La falta de título de ocupación no es la única irregularidad de este recinto marítimo, ya que una denuncia de los trabajadores señala prácticas dudosas con impacto negativo en el Mar Menor. Aseguran que reciben órdenes de repintar las boyas en el agua, que dragan los fondos sin permiso y que, cuando se rompen los anclajes, los sustituyen por 'muertos', los populares bloques de cemento que se han utilizado indebidamente en la laguna para amarrar un barco fuera de los puertos.

Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), «en 2019 se hizo un intento de regularizar esta ocupación, pero nunca llegaron a recibirse los informes favorables de las consejerías de Fomento y Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma».

Desde el Ministerio, en 2020 solicitaron a la Consejería de Fomento la certificación de la necesidad de puntos de amarre que pudiera justificar la ocupación de esta lámina de agua para el campo de fondeo. «Nunca se obtuvo respuesta», afirman en el Miteco. Tampoco cuenta con informe ambiental, necesario ante la situación que padece la laguna con múltiples figuras de protección «todas ellas de competencia autonómica», precisan fuentes del Miteco.

El jefe de la Demarcación de Costas de Murcia, Daniel Caballero, confirma la falta de autorización del fondeadero de La Puntica. «Es una situación desordenada. Se aprovechan de un vacío legal, ya que no hay normativa que impida el fondeo de barcos recreativos», señala Caballero. «Si las embarcaciones se encuentran en una zona de baño, incumplen la Ley de Costas, pero para el resto del Mar Menor es la Comunidad la que debe regularlo con el plan que lleva anunciando desde hace 15 o 20 años, explica el jefe de Costas.

Caballero se inclina por destinar terrenos cercanos para crear una marina seca o fondeaderos regulados con elementos de anclaje de bajo impacto. Para el capitán marítimo de Cartagena, Óscar Villar, «el Mar Menor es una zona protegida que está desprotegida». Villas aclara que «no está ni prohibido ni permitido fondear en el Mar Menor, pero hay zonas donde no se puede». Considera que para eliminar la cantidad de atraques fuera de ordenación «sería necesaria una labor coercitiva que las administraciones no están dispuestas a realizar».

Por su parte, el presidente del Club Náutico, Manuel Molero, niega que apliquen malas prácticas en el fondeadero. Para la limpieza de las boyas, afirma que «se quita el caracolillo y eso va al mar, porque lo genera el agua». No tiene constancia del uso de 'muertos' para anclar barcos. «Si lo ha metido algún socio, no debería, y podríamos expulsarlo».

En el Plan para la Protección del Borde Litoral del Mar Menor, que el Miteco redactó con Cedex en marzo de 2020, se analizan los impactos de los fondeos del Mar Menor y «el significativo aumento de embarcaciones producido en los últimos 40 años y sus consecuencias», como «la notable elevación de hidrocarburos en el agua y en la atmósfera». Otro impacto es la agitación de los fondos protegidos que provocan las hélices en las zonas de menor profundidad.

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