Sacan del Mar Menor nueve barcos fondeados ilegalmente
La Guardia Civil precinta en Santiago de la Ribera un catamarán abandonado y Capitanía exige al dueño, un alemán, 20.000 euros para poder recuperarlo
Si acostumbra a amarrar su barco en un 'muerto' improvisado en cualquier sitio del Mar Menor, se expone a multas que pueden alcanzar los ... 20.000 euros. Es la fianza que impuso Capitanía Marítima de Cartagena ayer a un catamarán con bandera alemana anclado frente a la orilla de Santiago de la Ribera, en el municipio de San Javier, desde hace al menos dos meses. Su propietario había recibido varios avisos de la autoridad competente para que retirara la embarcación, pero hizo caso omiso.
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Al notificar la última advertencia, los agentes se encontraron con una nota en el barco en la que el dueño, de origen germano, informaba de que había vuelto a su país sin fecha de regreso. Dejaba solo un número de teléfono en el que la autoridad ha intentado comunicarse con el propietario reiteradamente sin obtener respuesta. La Guardia Civil del Mar precintó por la mañana el catamarán y lo remolcó hasta el puerto de Tomás Maestre. Allí permencerá hasta que el propietario se presente y abone la fianza, más el coste del traslado. Las lanchas patrulleras de la Benemérita llegaron hasta la nave y la escoltadron hasta la dársena de La Manga.
«Permanecía ahí vertiendo las aguas grises, perjudicando al ecosistema, y sin señalización, lo cual es un peligro para la navegación», explicó a LA VERDAD el capitán marítimo, Óscar Villar. Con este, ya son nueve las embarcaciones fondeadas ilegalmente que han retirado este verano. El caso del catamarán alemán ha sido una excepción, ya que los otros ocho barcos fueron retirados por sus propietarios tras el aviso de Capitanía Marítima.
Las sanciones por el fondeo ilegal son variables. Si el barco ha echado el ancla en una zona protegida por la presencia de nacras, depende del tiempo y de la eslora, pero en general oscila entre los 500 y los mil euros. «Lo habitual es que respondan y procedan a cumplir la ley, que solo permite el fondeo un máximo de 24 horas, lo que permite disfrutar de una jornada en el mar con la familia, pero no quedarse más tiempo», explica Villar.
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Los navegantes deben garantizar la iluminación (luz blanca si es de noche), señalización y vigilancia al anclar la nave en cualquier ubicación fuera del puerto, según el reglamento internacional. El barco fondeado debe señalizarse con una bola negra. Si supera los 12 metros de eslora, exige vigilancia constante. Algunos terminan contra la costa, ocasionando daños al barco y un riesgo a otros navegantes y bañistas. Villar recuerda la obligación de los titulares de embarcaciones de evacuar las aguas grises debidamente en un puerto autorizado.
Anclados a la gira
El Mar Menor suele registrar fondeos a la gira con frecuencia por sus aguas tranquilas. Algunos navegantes llegan por el Mediterráneo y ven en la quietud habitual de la laguna un lugar ideal para fondear sin tener que pagar el alquiler de un punto de amarre.
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Objetivo: crear una guardería con capacidad de sanción
La retirada del catamarán alemán ha sido «una acción coordinada» entre Capitanía Marítima, Guardia Civil, el 112 y la Dirección General de Puertos de la Comunidad Autónoma, que ha cedido el atraque en el Tomás Maestre. «La Ley del Mar Menor insta a potenciar la colaboración administrativa», recuerda el capitán marítimo, Óscar Villar. Y defiende, de nuevo, crear una guardería común del Mar Menor, con unidades de las policías locales y competencias para sancionar las malas prácticas en las zonas de baño y una misión de vigilancia y alerta en el conjunto de la laguna.
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