La Región de Murcia se encuentra en el «puesto más desfavorable» frente a la desertificación
Un informe del Imida alerta de que la superficie potencial de cultivo se ha reducido un 25% en los últimos diez años, sobre todo en secano
La Región de Murcia se encuentra «en el puesto más desfavorable» de la España peninsular para hacer frente a la desertificación, seguida por las provincias ... de Almería y Alicante, según un estudio realizado por el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (Imida), basado en los datos del balance hídrico del Atlas Nacional de España. La superficie potencial de cultivo se ha reducido un 25% en los últimos diez años, especialmente en el secano, lo cual acentúa gravemente los procesos de erosión.
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Con motivo de la Estrategia de Lucha contra la Desertificación recién aprobada por el Gobierno de la nación, el Ejecutivo autonómico ha solicitado al Ministerio que la Región sea considerada Área de Acción Prioritaria, con medidas específicas. Asimismo, ha promovido el primer Foro Interregional Mediterráneo de Lucha contra la Desertificación, que se celebrará la próxima semana, al que ha invitado a representantes de quince regiones europeas.
El avance del desierto ha provocado en la Región pérdidas anuales de suelo de hasta 19 millones de toneladas, lo que supone 16,6 toneladas por hectárea, datos que revelan «un riesgo de erosión medio alto», según los estudios recientes del Imida. Recuerda que el Sureste tiene un clima desértico, según la clasificación de Köppen, y destaca igualmente otros efectos del cambio climático: en el período que va desde 1961 hasta 201,8 la temperatura media se ha incrementado unos 0,7 grados, subiendo de los 16,3 hasta los 17 grados, en una tendencia ascendente, más acusada en los últimos 40 años.
Los procesos de erosióny el avance del desierto provocan la pérdida de19 millones de toneladas anuales de suelo
Emergencia climática
Asimismo, Murcia es una de las regiones con más insolación de España, superando las 2.800 horas, y las temperaturas medias se sitúan entre las más altas de la España peninsular. Este conjunto de factores hace que la Región tenga una fuerte evapotranspiración que acarrea a su vez un elevado déficit de agua.
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El Ejecutivo regional apunta que en junio de 2020 declaró la emergencia climática y aprobó la Estrategia de Mitigación y Adaptación al cambio climático, poniendo en marcha un conjunto de medidas para combatir los efectos de la subida de las temperaturas, la escasez hídrica, el avance de la desertificación o el aumento de fenómenos meteorológicos extremos. Los expertos consideran que el 75% de la superficie española está expuesta a este problema, con un riesgo muy alto en el 11% del territorio, principalmente en el Sureste. Otras zonas vulnerables en el resto de Europa se encuentran en el sur de Italia, Portugal, Grecia, Chipre y el Delta del Danubio en Rumanía.
Las zonas más sensibles a estos fenómenos están en la franja del Mediterráneo, donde la producción agrícola es especialmente vulnerable debido a la combinación de una alta proporción de suelos pobres y unos bajos niveles de precipitación, indica el estudio del Imida. Asimismo, un aumento de la temperatura acompañado de un descenso de la humedad incrementa el ritmo de aridificación. «Las consecuencias directas son claramente negativas en la agricultura de secano, pues no llegarían a ser compensadas por el efecto estimulante del CO2 en la fotosíntesis».
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Murcia reúne a representantes de otras zonas vulnerables de Europa para forjar alianzas
La Comunidad Autónoma ha organizado para el lunes y martes próximos el I Foro Interregional Mediterráneo de Lucha contra la Desertificación, que se celebrará en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia. Participarán representantes de quince regiones europeas y un miembro de la Comisión, indicó el Gobierno regional. El Ejecutivo considera necesario «establecer alianzas con regiones afectadas por el mismo problema», que se encuentran principalmente en el sur de España, Portugal, Italia, Grecia, Malta, Chipre y las zonas ribereñas del mar Negro en Bulgaria y Rumanía. El objetivo es buscar soluciones conjuntas en el ámbito de la cooperación interregional europea.
El foro está organizado por el Gobierno regional y la Comisión Intermediterránea. La agenda incluye reuniones de trabajo y la visita a una de las fincas del proyecto Life Amdryc4, como ejemplo de terreno afectado gravemente por la desertificación.
En el encuentro se debatirán posibles estrategias para la gestión y uso sostenible de los recursos en la lucha contra la desertificación y la degradación de tierras, y de sus efectos sinérgicos con otros servicios ecosistémicos, como la adaptación y mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad.
Añade que la disminución de la cubierta vegetal por las altas temperaturas y las escasas lluvias, junto a los episodios torrenciales cada vez más frecuentes, podría aumentar la erosión del suelo e incrementar aún más el riesgo de desertificación. «Varios estudios estiman que unas 250.000 hectáreas se encuentran actualmente en riesgo severo de erosión en España, y que esta ocasiona al menos una pérdida de productividad del 1% anual y una mayor necesidad de fertilizantes, con un coste estimado de 60 millones de euros anuales», indica el Imida.
Protagonismo agrícola
El Gobierno regional presentó unas observaciones a la Estrategia de Lucha contra la Desertificación que aprobó el Ejecutivo de la nación al pasado 21 de junio, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica; un documento que actualiza el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación, publicado en el año 2008. A juicio de la Comunidad, en dicha Estrategia existe una «falta de precisión en los escenarios de lucha frente a la degradación y la desertificación, llegando a desvirtuar su verdadero objetivo. A la vista de los riesgos reales de desertificación que afectan a la zona del Sureste español, y especialmente a la Región de Murcia, debiera considerarse como Zona de Intervención o Área de Acción Prioritaria», con actuaciones específicas, como la mejora y preservación del contenido en carbono, teniendo en cuenta las características edafológicas de los suelos». Ha reclamado también «un mayor protagonismo de la actividad agraria, y su desvinculación de la actividad forestal, hasta ahora considerada como elemento clave de la desertificación».
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Considera que la lucha contra la desertificación debe incluir planteamientos y propuestas de todos los sectores implicados, en particular del sector agrícola, y de los sectores ligados a la gestión de los recursos hídricos. Las actividades de lucha contra la desertificación deben formar parte de un aprovechamiento integrado de las tierras de zonas áridas y semiáridas mayoritariamente de secano, para la prevención y reducción de la degradación de las tierras, la rehabilitación de tierras parcialmente degradadas, y la recuperación de tierras ya desertificadas.
La Comunidad reclama la declaración de Área de Acción Prioritaria, con medidas específicas
Abandono de tierras
Para el Gobierno regional, dicha Estrategia recoge «una recopilación de actuaciones generales, vinculadas a políticas ya instauradas, para justificar la actividad pública, hasta ahora sin éxito, en la lucha contra la desertificación». Subraya el «importante problema que supone para la Región el potencial abandono de tierras agrícolas, lo que favorece la erosión, la despoblación y el avance de la desertificación». En este sentido, destaca «la incertidumbre sobre la eficacia» de las actuaciones previstas en esta Estrategia.
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Señala que la Región «es pionera» en el diseño de proyectos piloto para implantar medidas de lucha contra la desertificación, entre los que cabe destacar el Proyecto Life Amdryc4, para la adaptación al cambio climático de ecosistemas agrícolas de secano en el área mediterránea, asociados a la estrategia de carbono.
Más lluvias de lo normal en lo que va de año hidrológico
El año hidrológico, que comenzó el 1 de octubre de 2021, acumula un déficit de lluvias del 25% respecto a los niveles normales, según informa la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Así, hasta el 28 de junio se ha recogido un valor medio para el conjunto de España de 412 litros por metro cuadrado, cuando el valor normal para este periodo son 551 litros por metro cuadrado.Con todo, gran parte de la Península y el archipiélago canario acumulan déficit de precipitaciones, que es destacable en el tercio oeste peninsular, en la mitad occidental y en el litoral sur de Andalucía, Cataluña, en la provincia de Guadalajara y en las islas Canarias, que tienen zonas donde no ha llovido ni las tres cuartas partes de los valores normales. Por el contrario, superan los valores normales de lluvias en lo que va de año hidrológico una franja en la cornisa cantábrica que va desde la mitad oriental de Asturias hasta Navarra, en la mitad sur de Aragón, en un área que abarca la mitad sureste de Madrid y parte de las provincias de Toledo y Cuenca, en la provincia de Albacete, en el noreste de Badajoz, en el norte de la isla de Mallorca, en las Pitiusas, y especialmente en el Levante que va desde Almería y Granada hasta el valle del Ebro. Incluso hay áreas de Almería, Murcia y Granada, junto con puntos del litoral de Valencia y Alicante, donde las precipitaciones doblan el valor medio del periodo 1981-2010. Además, entre el 22 y el 28 de junio se registraron precipitaciones en la mitad norte de la Península, en áreas de Extremadura y el oeste de Castilla-La Mancha.
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