Instalaciones del bombeo de la rambla del Albujón, cerca de la desembocadura en el Mar Menor, en una imagen de hace dos años. PABLO SANCHEZ / AGM

Se reanuda el bombeo del Albujón para frenar la entrada de nutrientes en el Mar Menor

El Gobierno regional critica que se haya paralizado la extracción, pese a que solo funciona cuando se riega en el Campo de Cartagena

Lunes, 16 de mayo 2022, 13:47

La impulsión en la rambla del Albujón que reduce la entrada de nutrientes en el Mar Menor fue reanudada este lunes por la Confederación Hidrográfica del Segura y la empresa estatal Tragsa, encargada de la gestión. Lo han hecho cuando la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena ha activado la campaña de riegos de primavera y verano, que irá en aumento las próximas semanas, como avanzó LA VERDAD. De esta forma, la impulsión vuelve a funcionar para reducir el flujo que entra en la laguna costera, aunque ha empezado con una baja capacidad de bombeo, unos 80 litros por segundo.

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Esta infraestructura existe desde hace años y ha sido incluida en el Plan de Actuaciones Prioritarias. Su paralización con motivo de las intensas lluvias de marzo y abril ha avivado las críticas del Gobierno regional por la supuesta pasividad del Ejecutivo central para eliminar la entrada de nutrientes; mientras que el Ministerio para la Transición Ecológica invertirá 15 millones de euros para la 'solución integral' de la impulsión en un plazo de cuatro años, que los agricultores intuyen como una versión 'light' del colector norte. Ni unos ni otros aluden directamente a los regadíos del Campo de Cartagena, que son los que dan sentido al bombeo como 'consumidores' de esas aguas cargadas de nitratos y sales. Junto a esto, la impulsión ayuda al Mar Menor, pero sus efectos son limitados debido a la escasa capacidad hidráulica de las conducciones y mecanismos, que son antiguos y a menudo se averían.

El bombeo reiniciado este lunes irá en aumento hasta alcanzar probablemente los 200 litros, que es el máximo rendimiento previsto de esta infraestructura, que necesita ser renovada y ampliada. El agua bombeada se canaliza hasta El Mojón y, desde allí, se inyecta en el canal principal del Postrasvase del Campo de Cartagena, donde se mezcla con aguas del Tajo, de la desalación y los caudales regenerados en las depuradoras. De esta forma, se diluye la concentración de nitratos y se rebaja la salinidad. La Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena debe pagar 18 céntimos por metro cúbico por el agua extraída del Albujón. En una campaña normal, usa un caudal medio de unos 2.000 litros por segundo para atender sus cultivos, por lo que los 200 litros que se puedan extraer del Albujón representan una parte pequeña de sus necesidades.

El bombeo puede extraer unos cinco millones de metros cúbicos anuales, con la posibilidad de duplicar este volumen cuando se mejore la infraestructura, indican los regantes. La principal dificultad es la elevada salinidad de esas aguas, que obliga a inyectar un elevado caudal de agua buena en los canales del Postrasvase para que funcione la dilución.

Diferentes lecturas

La paralización de la impulsión ha sido muy criticada por la Consejería de Agricultura, que denunció la semana pasada que la entrada de nitratos en la laguna se había duplicado en un año, alcanzado hasta 1.120 litros por segundo. Lo que pasó por alto es que la paralización se debía a las lluvias, que hicieron que no se regara en el Campo de Cartagena. Junto a esto, la Consejería autorizó hace dos años el vertido fortuito a la laguna a través de un aliviadero paralelo a la rambla, en el caso de que el bombeo no funcionara. La CHS exigió en aquel momento dicha autorización medioambiental antes de activar el bombeo.

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La Consejería reconoció que existe una vinculación directa con el regadío, pero explicó que su crítica se centra en reclamar la «solución final» para un problema -cortar el vertido por la rambla- que considera que depende casi por entero del Ministerio y la CHS.

El Ministerio gastará 13,7 millones en la 'solución integral', que en teoría servirá para seguir cultivando

El sistema bombeo-riego ya funcionaba antes de la 'sopa verde', y ahora vuelve a estar en el punto de mira, bajo la alarma de otra anoxia, como una herramienta paliativa y limitada, a la espera de que el Ministerio acometa la renovación parcial y total. En una primera fase, se realizarán obras urgentes de reparación por valor de 1,2 millones de euros, que están preparadas para su licitación, mientras que la llamada 'solución integral' requerirá más tiempo y un gasto de 13,7 millones de euros. En el primer caso, se trata de reparar tres tramos de tubería de unos 600 metros que sufren roturas por la presión del bombeo.

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Obras con interrogantes

La segunda fase está muy incipiente, pendiente de la redacción de los proyectos. El presidente de la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena, Manuel Martínez, opina que se trata del colector norte, aunque con otro nombre, y que requerirá de unas obras adicionales de regulación y de una desnitrificadora. De esta forma, la extracción de nutrientes desde el Albujón y de otras ramblas podría funcionar en continuo, con independencia de las campañas de riego o de que llueva con intensidad.

Al Ministerio le resulta incómodo relacionar la impulsión del Albujón con los regadíos del Campo de Cartagena, dado que se trata de una especie de circuito que retroalimenta la producción agrícola. No obstante, dio su autorización a esta fórmula. De la misma manera que regatea con el Trasvase, pero permite que esos mismos productores compren toda el agua desalada que puedan para seguir regando. O que la desaladora estatal de Valdelentisco vendiera agua para muchos regadíos ilegales del Campo de Cartagena, como reveló LA VERDAD.

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Extraen 90 litros por segundo de los 440 que circulan

El presidente de la CHS, Mario Urrea, subrayó ayer que la impulsión ha sido reactivada tras interrumpirse por las lluvias de marzo y abril. Explicó que la instalación suministra agua al canal del Campo de Cartagena y que precisa de una dilución «porque sus características fisicoquímicas no son aptas para el riego». Indicó que ahora se bombea un caudal de 80 a 90 litros por segundo, frente a los 440 que entran por la rambla. Señaló que la impulsión seguirá funcionando «en tanto que no haya incidencias en el canal derivadas de los riegos». La rambla se nutre fundamentalmente de caudales a través de los drenajes subterráneos.

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