Así exportaba marihuana a Europa una banda de la Región de Murcia: «No quiero ir subido en la 'bomba'»
La investigación policial desvela la presunta preparación de tres nuevos envíos: «Te pido quince a precio cerrado para todos los viajes», dice un acusado. «Me da igual si llevas cien como dos mil kilos»
«Voy a ver si puedo escaquearme yo y no ir subido en la 'bomba' porque encima hay que cruzar una frontera(...)
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–¿Es fuera?
–Sí, hay que cogerlo aquí en España y llevarlo a Portugal.
–Que no pase nada.
–Ya, pero es dinero rápido. Son ocho mil pavos.
En el interior de un Volkswagen Passat, José I. C, 'El Cuqui', desvela a un amigo sus planes más ocultos. Son las 13.42 horas del pasado 27 de julio y, sin saberlo, este cartagenero engrosa un informe policial que, cada vez, gana más peso. El atestado, al que ha tenido acceso LA VERDAD, da buena cuenta del estrecho seguimiento con el que la Guardia Civil y la Policía Nacional lograron pararle los pies a una banda presuntamente dedicada a trasladar grandes alijos de droga a otros países de Europa. El resultado de los 'pinchazos' telefónicos, micrófonos y vigilancias que los agentes desplegaron durante meses, cuyo secreto se levantó recientemente, dejan poco espacio a la imaginación. «Te pido quince a precio cerrado para todos los viajes», desvela en una conversación uno de los 22 detenidos en la bautizada como 'Operación Vampiro'. «Me da igual si llevas cien como dos mil kilos».
Las supuestas andanzas de la banda liderada por Juan A. C., 'El Gordo', no son nuevas. Los investigadores explican en un informe que el nombre del supuesto cabecilla de este grupo ya llegó a sus oídos hace meses. Salió de la boca de algunos camioneros tras ser sorprendidos con alijos de hachís en sus viajes a Europa. Ese fue el caso de un transportista al que las autoridades francesas localizaron el 27 de enero en el área de servicio de Dommartín Les Cuiseaux, en un descanso en su ruta hacia Alemania. En la carga, ocultos entre latas de comida, aparecieron 150 kilos de resina de hachís y 57 de hierba de cannabis.
El chófer, en su interrogatorio, reconoció haber cobrado 4.000 euros de 'El Gordo' por asumir ese transporte. Una historia similar a la que se dio en el puerto de Bilbao, donde otro camionero fue sorprendido con 161 kilos de 'maría' envasada al vacío y oculta entre lechugas. El chófer también estaba dado de alta en una empresa supuestamente vinculada a 'El Gordo'.
Los investigadores de la Unidad contra la droga y el crimen organizado (Udyco) de la Policía Nacional y de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Las Torres sostienen, en su informe, que 'El Gordo' –conocido también como 'El Salchicha'– se valía de los «considerables ingresos económicos» que obtenía con la venta de droga para hacerse con nuevas empresas dedicadas al transporte por carretera. El objetivo, explican, eran firmas con problemas económicos tan profundos que les impidieran continuar con su negocio y que a él le servían presuntamente para nominar nuevos envíos de hachís. Juan A. C. presuntamente se valía, además, de 'hombres de paja', testaferros con escasos recursos económicos, a los que colocaba al frente de estas empresas.
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Los investigadores destacan, entre los hombres de confianza del supuesto traficante, a José F. H., 'El Músico', a José L. C., 'El Rubio' o a Jesús M. Este último, según recoge el informe, figuraba al frente de una mercantil a la que pertenecía un camión detectado el pasado marzo con un cargamento de 121 kilos de hachís y 44 de cogollos de marihuana ocultos en palés de ajos.
'Impasse' en verano
Los investigadores, con estos datos, comenzaron a indagar y descubrieron que, tras estos pases frustrados, la banda, lejos de desistir, seguía planeando nuevos envíos. Uno de sus proyectos, según explicaron los agentes al juez, era cargar un camión con unos cien kilos de 'maría' camino de Irlanda. Otro pretendía traer desde Marruecos hasta 900 kilos de hachís. Una actividad que, argumentaban los policías, se interrumpió durante el verano al paralizarse la exportación de algunos de los productos que la banda utilizaba para camuflar sus envíos, como las lechugas. Un 'impasse' que, incide el informe, concluiría en septiembre, cuando se retomaran los viajes.
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Las conversaciones que la Policía y la Guardia Civil captaron a través del 'pinchazo' de los teléfonos y de las captaciones ambientales en vehículos revelan las supuestas negociaciones que algunos miembros de la banda desplegaron para preparar esa nueva temporada. El 10 de agosto un agente encubierto descubrió una reunión de varios de los investigados en un restaurante de Murcia. La intención, según concluyen los investigadores, es detallar los últimos flecos del envío de una partida de droga. A finales de ese mismo mes, una grabación capta las palabras de uno de los sospechosos: «Ayer me dijo 'acho dile a 'El Cuqui', pijo, que le ponemos un camión a su nombre y capullos, que cuando hagamos un viaje que sabe él que va 'escoltao' por delante y por detrás». Durante la desarticulación de la banda, poco después, se incautaron 967 kilos de marihuana y otros 158 de hachís, además de seis camiones.
Las defensas ponen en duda la legalidad de las intervenciones
Diez de los 22 presuntos miembros de esta banda que fueron detenidos en la 'Operación Vampiro' ingresaron en prisión provisional. El letrado Ángel Parra, del despacho de Mariano Bo y Pablo Martínez, ejerce la defensa de uno de los investigados, que quedó en libertad con cargos. Junto a letrados como Rafael Páez y Lorenzo Peñas, las defensas buscan ahora vías para defender la inocencia de sus clientes o tratar de tumbar el caso. «Estamos estudiando la legalidad de las medidas de investigación utilizadas por la Policía, especialmente las intervenciones telefónicas y la sonorización del vehículo, pues entendemos que podrían no haberse apoyado en indicios objetivos suficientes para la legalidad de la autorización judicial», sostiene Parra.
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