Imagen de archivo del edificio El Corralazo antes de su demolición. LV

Primeros contactos con la Concejalía de Urbanismo para desbloquear el proyecto

Consistorio, Comunidad y la institución docente acercan posturas con la vista puesta en la ampliación del campus

Miércoles, 3 de noviembre 2021, 02:12

La reconstrucción de El Corralazo –un edificio del siglo XVIII demolido por la UCAM en 2011 pese a estar catalogado– empieza a tomar forma ... al menos sobre el papel. La institución docente trabaja ya en la redacción del proyecto para rehacer el inmueble cuyo derribo desembocó, en 2016, en la apertura de un expediente por parte de la Consejería de Cultura. Fuentes de dicho departamento explican que el proyecto de restitución integral deberá presentarse en primer lugar en la Concejalía de Urbanismo y que, entonces, este departamento lo trasladará al servicio regional de Patrimonio Histórico para su supervisión. Al tratarse de un bien catalogado, el visto bueno de los técnicos resulta obligatorio, ya que el nuevo inmueble tendrá que levantarse conforme a sus características originales.

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El Corralazo o Torre del Corral, inventariado por sus valores culturales dentro del plan urbano, ocupaba unos terrenos junto a la actual Costera Norte, donde ahora se sitúa un gran aparcamiento en superficie.

Técnicos y asesores de la Dirección General de Patrimonio Cultural (con su titular Rosa María Campillo a la cabeza) y dos representantes de la UCAM mantuvieron a mediados de octubre una reunión en Murcia con los responsables de la Concejalía de Urbanismo para avanzar en el proyecto. Dicho encuentro sirvió también para abordar la posible ampliación del campus de Los Jerónimos. La reconstrucción de El Corralazo podría convertirse así en un primer paso que desbloquee las obras de los nuevos equipamientos que demanda desde hace años la institución docente con el fin de poder atender las necesidades de más espacio por el incremento de alumnos en sus titulaciones. El plan especial aprobado en 2009 por el Ayuntamiento recogía, entre otras dependencias, aulas, instalaciones deportivas, un paraninfo, biblioteca, guardería y un club social.

Desde la UCAM no han querido hacer comentario alguno sobre ese encuentro. En Urbanismo reiteran su disposición a «escuchar a todas las parte», y remarcan que el paso lo tiene que dar la Universidad Católica. Eso sí, avisan de que la premisa de partida «es la protección del patrimonio histórico y la conservación de la huerta».

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