El presunto 'violador del parking' de Murcia: «Yo nunca he forzado ni retenido a nadie»
El acusado de agredir sexualmente y retener durante 30 horas a una mujer en un parking de La Glorieta niega los hechos. La víctima falleció a la espera de juicio
Jesús M. C., el acusado de violar y retener durante día y medio a una mujer en el parking de La Glorieta, en Murcia, negó este miércoles los hechos que se le imputan. «Yo no retuve a nadie», remarcó. «Jamás he forzado a nadie a tener relaciones sexuales conmigo». Las palabras del procesado no se verán confrontadas en la vista por las de la víctima, que falleció a la espera de juicio. Una circunstancia que complicará la labor del fiscal para probar los hechos que ésta denunció en su momento.
El Ministerio Público reclama para el acusado penas que suman 17 años de prisión por presuntos delitos de agresión sexual y detención ilegal. Exige, además, que a este indigente, de 46 años, se le impongan otros diez años de libertad vigilada.
Fueron los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) del Cuerpo Nacional de Policía los que iniciaron la investigación que permitió el arresto del sospechoso en el verano de 2017. Según explica el Ministerio Público en su escrito de conclusiones provisionales, Jesús M. se encontraba en la plaza Santo Domingo en la tarde del 24 de junio de 2017 cuando trabó conversación con la víctima, afectada por un trastorno límite de personalidad y dependencia enólica y en situación de exclusión social.
El hombre presuntamente la condujo con engaño hasta el aparcamiento subterráneo de La Glorieta, concretamente hasta los restos de la muralla árabe que existen en la primera planta. Allí el acusado permanecía instalado desde hacía unos dos años. «La encontré en un banco llorando y le ofrecí un sitio donde poder descansar», sostuvo el procesado. «Estuvimos bebiendo y ella vino por su propio pie».
Cuando avanzó la noche y la mujer manifestó su intención de marcharse, sostiene el fiscal, Jesús le espetó: «Si te marchas, te mato y te entierro debajo de las piedras». En ese momento supuestamente la despojó de la ropa que llevaba, ocultándola en una de sus maletas. Después, se abalanzó sobre ella y presuntamente la agredió sexualmente.
Jesús, sin embargo, descartó que retuviese a la mujer y la forzase a tener sexo. No pudo aclarar, no obstante, si, según su versión, las relaciones sexuales se produjeron. «Creo que no, pero íbamos bastante bebidos y no recuerdo bien lo que pasó», sostuvo.
Conforme a la acusación del fiscal, el procesado retuvo contra su voluntad a la víctima durante unas 30 horas en ese lugar, arrumbada y desnuda. En esas horas, según la denuncia de la víctima, fue violada varias veces bajo amenaza de muerte. Aprovechando un momento en que el hombre se durmió, logró escapar y pedir ayuda.
El representante del Ministerio Público recordó al acusado que otras tres mujeres denunciaron haber sufrido un ataque similar al de la víctima. Jesús remarcó que «nadie puede condenarme porque no he hecho nada».
