La Policía detiene al tatuador acusado de agredir sexualmente a jóvenes en Murcia

Los investigadores de la UFAM arrestan además a su hermano, al que una menor señala también por presuntos tocamientos

Lunes, 2 de junio 2025

Las denuncias han acabado cercándole. La Policía Nacional detiene al tatuador que, en la última semana, ha sido señalado por numerosas jóvenes por supuestos tocamientos en su estudio de Murcia. Sobre este sospechoso, R. C., pesan ya seis denuncias de supuestas víctimas, algunas menores de edad, tal y como avanzó LA VERDAD. Los investigadores de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de la comisaría del Carmen en Murcia citaron ayer al joven y procedieron a su arresto por presuntos delitos de agresión sexual.

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Junto a él, tal y como confirmaron fuentes cercanas a la investigación, fue detenido también su hermano, que trabaja con él en el estudio y que habría sido señalado. En total, los dos hermanos suman ya siete denuncias.

Ya son siete las jóvenes que han denunciado al tatuador o su hermano por supuestos tocamientos

Tras recibir la primera denuncia contra R. C., la Policía Nacional abrió diligencias y comenzó a tomar declaración a numerosas jóvenes que aseguran haber sufrido tocamientos y vejaciones durante las sesiones de tatuaje en este estudio de Murcia, algunas siendo aún menores de edad. Una de las últimas en denunciar, de 18 años, relató que durante una cita el hombre se apoyaba sobre sus glúteos, le bajó la ropa sin justificación y, tras tomarle unas fotos del tatuaje en ropa interior, le introdujo dos dedos en la vagina. «Me di la vuelta y estaba temblando», aseguró.

Experiencia en redes

El caso arrancó el viernes 23 de mayo, cuando una de las presuntas víctimas hizo pública su experiencia en redes. La denunciante, que acudió a tatuarse con motivo de su 18 cumpleaños, relató que el hombre la dejó desnuda y le hizo preguntas íntimas. «En un momento dado, cogió mi ropa interior y me la echó para un lado», rememora. «Me quedé literalmente desnuda». Tras someterla a supuestos tocamientos en los glúteos, el artista la citó para una segunda sesión y la adolescente acudió con su madre. Asegura que el tatuador insistió para que su madre no la acompañase en la sala y que volvió a moverle la ropa interior. «Fue superdesagradable e incómodo para mí».

«Cogió mi ropa interior y me la echó para un lado. Me sentía súper indefensa»

El testimonio de una segunda chica afirma que, durante una sesión, «me bajó los pantalones hasta los tobillos, me quitó la ropa interior y me dejó semidesnuda sobre la camilla». Como no llevaba dinero, afirma que le dijo: «Me lo puedes pagar de esta forma», mientras le introducía los dedos en la vagina. «Cerré las piernas y le dije que no quería ese tatuaje».

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Otra clienta asegura que durante la realización del trabajo, el hombre se apoyaba constantemente en sus glúteos. Cuando terminó, le dijo que le tomaría unas fotografías del trabajo y la colocó de espaldas en ropa interior. «Noté que me metía dos dedos en la vagina», asegura.

Todas las afectadas describen un patrón repetido en el que el profesional pedía sesiones privadas, intentaba tatuar en zonas íntimas y buscaba contacto físico bajo la excusa del trabajo artístico. «Sabemos que hay más víctimas de hace bastantes años», sostiene una de las denunciantes. Otras señalan que el nombre comercial del establecimiento se mantiene, incluso con presencia en ciudades como Valencia. El estudio actual del sospechoso se encuentra en la ciudad de Murcia y se promociona con precios muy económicos, e incluso bajo la modalidad del 2x1 dirigidos a universitarios, una estrategia que, en apariencia, ha mantenido para atraer a una clientela joven.

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  1. Otro arresto en 2020 acusado de masturbarse durante una sesión

Uno de los acusados arrastra antecedentes por hechos similares desde hace al menos cinco años. Fuentes cercanas a la investigación confirman a LA VERDAD que en 2020 ya fue denunciado por una joven que lo acusó de haberse masturbado durante una sesión y eyacularle encima de su cuerpo, haciéndole creer que se trataba de «una crema».

El estudio donde ocurrió -ubicado entonces en una pedanía del suroeste de la capital- acabó cerrando poco después, pero abrió otro en el centro de la capital. La Policía Nacional lo detuvo por un delito de abuso sexual, figura penal vigente en aquel momento anterior a la reforma legislativa de la ley del 'solo sí es sí'.

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