Pausas, agua y ropa adecuada para prevenir golpes de calor en el trabajo al aire libre

El cambio climático representa «un desafío global», y es urgente desarrollar estrategias que mitiguen sus efectos en la salud de los trabajadores, especialmente de los más expuestos a las altas temperaturas porque trabajan al aire libre. Coincidieron este martes en remarcarlo los 75 técnicos expertos en prevención de riesgos laborales que participaron en la jornada que analizó el impacto del cambio climático en la salud laboral. La jornada, organizada con motivo del Día Mundial para la Seguridad y Salud en el Trabajo, reunió a especialistas en la materia que debatieron acerca de las repercusiones del cambio climático en la seguridad y salud laboral, «ya que representa un desafío global y debemos desarrollar estrategias efectivas que mitiguen sus efectos en el entorno laboral».

Entre los expertos, participó la investigadora del Centro Nacional de Nuevas Tecnologías del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, María José García Tomás, quien abordó los métodos de evaluación para prevenir el estrés térmico por calor. «El cambio climático reclama nuestra atención sobre los trabajadores más expuestos», demandó. La evaluación del estrés térmico, explicó, permite identificar el riesgo. Para ello se utiliza el índice de estrés térmico WBGT, que es el factor que relaciona las variables meteorológicas con el estrés térmico que padecen las personas en función de la actividad que hacen, y que contempla variables como el viento, la humedad, el consumo metabólico de una actividad... Las medidas más efectivas para compensar el riesgo de estrés térmico pasan por el suministro de agua, la alimentación baja en calorías, el establecimiento de pausas en zonas aclimatadas o en sombra, el uso de indumentaria adecuada y la selección de las franjas horarias más favorables para el desarrollo del trabajo.

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