El empresario Valentín Sánchez pide 45 años de cárcel para tres hermanos Yepes
La acusación particular atribuye sendos delitos de amenazas, lesiones y robo con violencia a los tres integrantes del clan familiar de Ricote
Penas que suman 45 años de prisión son las que un empresario de Abarán, Valentín Sánchez, reclama para tres hermanos Yepes –José Manuel , David y Javier–, pertenecientes a un clan familiar de Ricote, que se sentarán en el banquillo en los próximos meses por unos violentos hechos ocurridos en la tarde noche del 22 de diciembre de 2011. Aquella jornada, los tres hermanos se desplazaron hasta un polígono industrial de Abarán y penetraron en la nave de electricidad de Valentín Sánchez con la aparente voluntad de obligarle a entregar, mediante amenazas y el uso de la fuerza, unos boletines necesarios para contratar el suministro eléctrico en unas viviendas que habían adquirido en Ricote.
La negativa del industrial a darles los documentos, con el argumento de que era el promotor quien debía asumir esa responsabilidad una vez finalizadas las obras, llevó supuestamente a José Manuel y David a esgrimir un cuchillo de largas dimensiones y un trozo de manguera eléctrica con los que, respectivamente, habrían tratado de vencer la voluntad de Valentín Sánchez y de dos de sus hijos, que se encontraban en las instalaciones.
En el escrito de acusación presentado por el penalista Raúl Pardo-Geijo Ruiz en representación de este empresario y de sus dos hijos, se hace constar que, en un momento dado, «abusando de la ventaja que obtenían de su arrebatada presencia en el lugar, como una auténtica encerrona», los Yepes comenzaron presuntamente a asestar patadas y puñetazos a los miembros de la familia Sánchez.
El letrado Raúl Pardo-Geijo afirma que su cliente cogió la pistola «temiendo razonablemente por su vida y por la de sus hijos»
Uno de los hijos de Valentín logró zafarse y escapó a la carrera hacia la calle, con la intención de avisar a la Policía, aunque detrás de él salió David Yepes, quien supuestamente iba lanzándole golpes con la manguera eléctrica mientras en apariencia gritaba: «No corras; si tengo que matarte».
En esta tesitura, el industrial abaranero, «temiendo razonablemente por su vida y por la de sus hijos, seriamente amenazada por los acusados, y con evidente zozobra ante el desconocimiento de la suerte que hubiera podido correr uno de sus hijos», habría cedido a las amenazas y, rogando que cesaran las agresiones, afirmó que iba a entregar los documentos que se le requerían.
Así, José Manuel Yepes lo habría conducido presuntamente a su despacho con el cuchillo colocado en el cuello, y Valentín le habría dicho que «si quieres llévatelo todo».
Seguidamente, Javier Yepes habría cogido una bombona repleta de líquido inflamable y habría rociado con este el mobiliario de la empresa y al menor de los hijos de Valentín, que seguía tirado en el suelo con la respiración entrecortada por los golpes. Sin embargo, no llegaron a prender fuego a ese líquido y se marcharon de la nave industrial.
Fue en ese momento cuando Valentín, «preso de una enorme zozobra», salió en busca de su hijo mayor después de haber cogido y cargado con nueve balas una pistola de su propiedad, con la que practicaba el tiro olímpico desde el año 2000.
Aunque el letrado Pardo-Geijo Ruiz solo relata en su escrito que el empresario realizó un disparo intimidatorio contra la furgoneta en la que se habían montado los hermanos Yepes, sin dar más detalles, lo cierto es que esa noche resultaron gravemente heridos dos de los presuntos asaltantes: David, que recibió un balazo en la columna vertebral que lo postró en silla de ruedas, y Javier, que sufrió otro disparo en un costado que le destrozó el pulmón izquierdo.
Por estos hechos, el fiscal reclama 28 años de prisión para Valentín Sánchez por tres presuntos asesinatos en grado de tentativa, mientras que para los hermanos Yepes solicita penas de dos años (Javier), de tres (David) y de seis años de prisión (José Manuel) por presuntos delitos de lesiones y coacciones.
El abogado del industrial, sin embargo, eleva hasta los 45 años la petición de cárcel para los tres integrantes del clan de los Yepes, a quienes califica como «extremadamente violentos». En concreto pide 15 años para cada uno por supuestas amenazas condicionales, lesiones físicas y psíquicas y robo con violencia e intimidación, con las agravantes de alevosía y abuso de superioridad.
Archivada una de sus muchas denuncias y condenados a costas
La Audiencia Provincial acaba de confirmar en un auto el archivo de unas diligencias que se abrieron en 2019, en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Murcia, a raíz de unas denuncias interpuestas por dos de los hermanos Yepes, David y Javier, contra el empresario abaranero Valentín Sánchez. Estos le atribuían haber violado la orden de alejamiento que le impuso el juez tras los violentos hechos ocurridos en diciembre de 2011, pues aseguraban que cuando salieron de su domicilio en Cieza se toparon con el industrial en la puerta. Este, por su parte, manifestó que se había desplazado a esa localidad por razones de trabajo y que había sufrido amenazas por parte de dos miembros de esa familia. Después de varias resoluciones del juzgado y de la Audiencia confirmando que la causa debe ser archivada, la insistencia de los Yepes en que se reabra el asunto solo les ha servido para ser condenados a pagar las costas.
