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Charo, que como ermitaña se llamará Paula, el domingo durante su ceremonia de consagración en Abarán. Claudio Caballero

Charo, una ermitaña en pleno siglo XXI

El Obispado consagra a la religiosa Rosario Hernández para que viva retirada, «en silencio y soledad», en una ermita de la Sierra del Oro, en Abarán

Jesús Yelo

Lunes, 8 de julio 2024, 23:11

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Con la iglesia de San Pablo llena de fieles y público, el obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, consagró el pasado ... domingo como ermitaña a Rosario Hernández Ruiz, nacida en la Senda de los Garres (Murcia) pero afincada desde hace diez años en la Casa de la Oración en Abarán, situada en la Sierra del Oro, en una antigua ermita que fue restaurada por el sacerdote Antonio Yelo, ya fallecido. Ocupa el tercer lugar de cuatro hermanas y un hermano. Sin apenas estudios, solo cursó la EGB, ser ermitaña significa para ella «vivir como cualquier cristiano, pero con mayor rigurosidad y sobre todo en silencio y soledad», reconoció.

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Charo, una ermitaña en pleno siglo XXI