Orihuela: «Confío en que el trabajo de tantos no quede demolido por instancias ideológicas y servilistas»

El de ayer fue el último acto institucional solemne -a falta de la toma de posesión del aún presidente del CES, José Luján- del rector de la Universidad de Murcia, José Orihuela, quien quiso lanzar un mensaje público contundente: «Confío en que el trabajo de tantos no quede demolido por instancias ideológicas o servilistas. La UMU necesita mucho trabajo, mucha dedicación, pero también mucha capacidad para resistir los embates del oleaje político. No es solo mano izquierda, hacen falta las dos manos, muchas manos», advirtió Orihuela desde la mesa presidencial, que compartió con el rector electo, ganador de los comicios de la semana pasada, José Luján.

El rector se despidió reafirmándose en su idea de que es el momento de pasar el testigo. «El recambio es bueno, pasado ese tiempo se debe dejar el cargo. Un cargo que agota, confronta, obliga a tomar decisiones no deseadas y atrae demasiado la tentación del estereotipo. Que atrae la atención de los elementos que sobreviven cómodamente en el sistema a base de estimular la frustración y el enfrentamiento. Mi guerra era tratar de mejorar la Universidad, no es combatir contra ambiciones narcisistas ni corporativismos seculares. Me voy feliz y contento con el resultado, y muy agradecido por la experiencia impagable. Felicito al nuevo rector, me pongo a su servicio de inmediato, y le deseo mucha suerte, mucho ánimo y mucha valentía. Confío en que no hay que desandar, sino cabalgar».